Papeleras desbordadas de basura, desperdicios diseminados por el césped, maleza creciendo de manera descontrolada, zonas infantiles descuidadas... Un reguero de suciedad y abandono se ha instalado en los parques y las zonas verdes de la margen derecha de Zaragoza tras doce días de huelga de los jardineros de FCC; y el conflicto, lejos de solucionarse, está estancado y va a peor.

Los parques de Torrerramona, Bruil, La Granja o Miraflores son algunos de los que más abandono padecen. A la falta de limpieza derivada de la huelga (cada día salen a trabajar como servicios mínimos solo 67 de los 240 empleados que hay en plantilla; y de ellos únicamente 39 se dedican a labores de limpieza), se unen también decenas de actos de vandalismo que se han agravado durante las últimas dos semanas.

En el Parque Bruil son evidentes, con muchas de las papeleras abiertas y con la basura diseminada por el suelo, tal y como ha comprobado 20 minutos.

La dirección de la empresa FCC destaca que desde que comenzaron los paros se han sucedido cerca de un centenar de actos vandálicos, entre los que se incluyen también roturas de aspersores (como en el Parque Bruil) o deterioros en los parques infantiles.

"Yo, por si acaso, ya no subo a mi hija al columpio, no sea que no se haya revisado bien", asegura en el Parque Bruil Juan José, padre de una niña de 3 años. El reguero de suciedad llega ya incluso al corazón verde de la capital aragonesa. En el Parque Grande hay decenas de papeleras a rebosar y zonas de césped cargadas de restos de botellón.

El comité de empresa de Autobuses Urbanos de Zaragoza ha dado de plazo a la dirección de la empresa hasta el 21 de mayo para alcanzar un acuerdo de mejora de las condiciones laborales y de la readmisión de empleados despedidos.

Si para entonces no ha habido avances, convocarán nuevos paros, "de más duración". Además, han unido a todas las contratas para sumar sus reclamaciones.