El regreso del puente del Primero de Mayo ha complicado la circulación este domingo en las carreteras, especialmente en aquellas del Levante en dirección Madrid. El punto más difícil para circular durante todo el día ha sido la autovía A-31, en la provincia de Albacete, donde las retenciones han llegado hasta los 25 kilómetros cerca de Chinchilla, en dirección a la Comunidad de Madrid.

El tráfico también ha sido intenso en las provincias limítrofes a Albacete, dirección a Madrid, aunque sin paradas importantes, excepto en la A-4 (Toledo), cerca de Ocaña y Tembleque.

En las proximidades de la Comunidad de Madrid, la circulación ha sido difícil en N-VI en la travesía de San Rafael (Segovia), y cerca de la capital en la A-1 en sentido salida en el circuito del Jarama.

Mientras, en Andalucía la AP-4 ha llegado a registrar nueve kilómetros de atasco en Cabezas de San Juan (Sevilla) en sentido Dos Hermanas, y en Cádiz era la N-382 en Jerez con cinco kilómetros de circulación muy lenta a la salida del circuito de motociclismo. También ha habido retenciones en Sevilla (A-4), cerca de la capital, y en Granada en la A-44.

En las carreteras catalanas ha habido tráfico lento en Tarragona (N-340), dirección Barcelona, en Roda de Bara; en la C-32, en El Masnou; y en la AP-7, en Villafranca del Penedés.

Como ocurrió en Semana Santa, la coincidencia el primer día de la operación de tráfico con un importante partido de fútbol retrasó la salida de los conductores y, así, la mayor afluencia de vehículos en la salida de estos días de descanso se produjo el 1 de mayo por la mañana, al igual que ocurrió el Jueves Santo.

Más de 600 funcionarios y personal técnico especializado que atiende en los siete centros de Gestión de Tráfico (Madrid, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Valladolid y A Coruña), y aproximadamente 10.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, han velado por la seguridad de los desplazamientos.

Además, se han incrementado los controles de drogas y alcohol en carretera, se ha vigilado el cumplimiento de los límites de velocidad, desde tierra y desde el aire, y se ha comprobado que los ocupantes de los vehículos han hecho uso correcto del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil.

También se ha aumentado la vigilancia en carreteras secundarias, las más peligrosas y con mayor siniestralidad, donde los agentes de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han estado apoyados por compañeros dedicados a seguridad ciudadana.