Muy contenta. Esto es un final feliz. Me costó muchísimo irme del hospital. Jubilarse a los 65 años es traumático. Quería irme a los 70.

¿Cómo debería ser el adiós?

El SAS tiene que rectificar. Quien lo desee, que se jubile, y quien no, que se quede. Es una pena tener que marcharse a los 65 cuando se está en la plenitud. Hay muchos compañeros que se merecen ser eméritos.

¿Qué supone este cargo?

Aunque no tengo labor asistencial, supone estar en contacto con los supervivientes, continuar mi trabajo un año más. Haré una memoria histórica con la base de datos. Empecé en 1972. Hoy tenemos 3.000 pacientes.

¿Cómo ha cambiado su servicio de oncología?

Antes, la supervivencia de los niños con cáncer era de un 20%. Hoy es de un 60%. Hay mucha esperanza.

Sus pacientes son...

... como mis segundos hijos. Los quiero muchísimo. Me invitan a sus bodas y a los  bautizos de sus hijos. Es una gran satisfacción.

Pero ¿debe ser muy duro?

Muchísimo. Admiro a los pacientes y a los padres por su integridad y resistencia.

¿Un consejo a los padres?

Que tengan paciencia, que vean la botella medio llena, que vivan al día y que no se adelanten a los acontecimientos.

BIO

Nació en León. Tiene 66 años. Se formó en EE UU y Francia. Ha sido jefa del Servicio de oncología pediátrica del Virgen del Rocío.