Los escritores vallisoletanos César Pérez Gellida y Reyes Calderón han destacado durante la novena jornada de la Feria del Libro de Valladolid el factor azar, la intuición y la experiencia como las claves para la resolución de los crímenes.

Calderón ha manifestado que el concepto de intuición está presente en su obra "desde el principio", al igual que el azar, que cuenta con una mayor importancia. Por ello, la escritora ha afirmado que cuando un inspector se encuentra en un "cruce de caminos" durante una investigación, tiene que escoger y esto se hace "por puro olfato".

Asimismo, ha apuntado que la mayoría de las soluciones surgen en segunda instancia y se realizan en bares o restaurantes, lugares donde "se fomenta la lógica".

Preguntada por el grado de dificultad de escribir sobre crímenes, Calderón ha señalado que la cultura de la gente es "irreal", porque "cree saber más" y esto supone que el escritor "tiene que llegar hasta el límite". De hecho, ha asegurado que no hay bases de datos, al menos hasta una fecha determinada, ni los laboratorios forenses "hacen todo lo que se ve que pueden hacer".

Además, según la escritora, el comportamiento de la policía en Francia o en España o en Estados Unidos "no es la misma". Por ello, Calderón ha reconocido "conformarse" con la verosimilitud a la hora de escribir sus libros.

Sobre su última obra, 'La venganza del asesino par', ha señalado que "son cosas" que dijo que "nunca haría", pues le pidieron que escribiera un libro de no ficción. "No es una novela negra, hay humor, es optimista y tiene como misión entretener", ha matizado.

Por otra parte, la autora vallisoletana ha declarado que casos como el de Asunta Basterra, presuntamente envenenada por su progenitores, no "marcará" un nuevo formato de novela, como podría ser, según su propia teoría, "sin confirmar", los casos de violencia de género, "que parece que se contagian", aunque ha reconocido que el narciso de un asesino "se alimenta de la prensa".

ETIQUETAS

Por su parte, Pérez Gellida ha señalado que las etiquetas a los escritores las ponen personas distintas a ellos, al tiempo que ha reconocido que la novela negra "no" es su preferida sino que es la que "más" le "decepciona". Sin embargo, a pesar de no seguir la "ortodoxia" de esta tipología ha reconocido sentirse "encantado" de formar parte de ella.

Asimismo, ha señalado que la escritura en torno a los crímenes cuenta con una dificultad: "la intoxicación" por parte del consumidor de todo lo que ha visto perteneciente a otros países. "Resulta paradójico que cuando escribimos la realidad de cómo se sigue una investigación parece que nos alejamos de la realidad", ha puntualizado.

Así, ha reconocido que para escribir su trilogía 'Versos, canciones y trocitos de carne' colaboró con un inspector de homicidios y pudo comprobar que la intuición, junto con la experiencia, son "básicas" en la resolución de un delito.

En la línea de Calderón, Peréz Gellida ha subrayado la importancia de las reuniones entre el personal encargado de un caso policial, pues hay información que se puede perder ya que trabajan con papel, y es aquí, en estos encuentros, donde "sale todo a la vez".

Caso asunta

Sobre si los casos como el de Asunta pueden modificar o marcar una línea temática dentro del género, Pérez Gellida ha señalado que los procesos de investigación "son los mismos", con resultados "mejores o peores", y que para él el interés por este caso en concreto puede ser el mismo que en otro crimen cometido en Valladolid para escribir.

Por último, ha adelantado que trabaja en una obra más cerca del 'thriller', donde la etiqueta de novela negra "no cabe", y que en breve aparecerán una serie de relatos cortos protagonizados por personajes principales y secundarios pero en horizontes diferentes.

"Estos relatos obedecen a dos razones: la primera comerciales, y la segunda porque me cuesta desprenderme de los personajes", ha concluido.