Sole Giménez vuelve con un concierto el próximo día 8 de mayo en La Rambleta de Valencia que unifica la elegancia y el cuidado repertorio que caracteriza cada presentación de esta artista, y en las que tienen cabida solo aquellas piezas que resultan entrañables y exquisitas al paladar del auditorio. La que fuera líder de Presuntos Implicados ha repasado también con 20minutos varios temas de actualidad, como su posible entrada al Consell Valencià de Cultura (CVC), un órgano consultivo de la Generalitat Valenciana, de la mano del PSPV-PSOE.

Háblenos del concierto del próximo día 8, ¿qué se va a encontrar el público que asista?

El concierto se llama Grandes Éxitos a Piano y Voz porque recoge un poquito mi esencia, vamos a visitar canciones del último álbum que saqué hace un año que son grandes éxitos de la música francesa, luego también grandes éxitos de la música española o latina, y otras canciones que me acompañan de la época de Presuntos Implicados, pero en un formato muy diferente como es el piano y voz. Y con un cartel 100% valenciano, ya que me acompañarán Carlos Goñi y Neus Ferri.

¿Qué acogida está teniendo su último disco?

La verdad es que, para la poca promoción que tuvo, porque la música adulta no tiene cabida en las radios españolas, estoy contenta porque tuvo una buena cifra de ventas para lo que es el mercado español. Las productoras buscan artistas con una cifra de ventas para no perder dinero y eso te permite seguir. He tenido la suerte de tener un público muy fiel, que es minoritario, pero es muy fiel, y gracias a Dios todavía no les he defraudado.

Supongo que será un placer para una valenciana de adopción el poder cantar en su ciudad. ¿Se considera profeta en su tierra?

Claro, siempre es un placer actuar en Valencia. Para determinado público sí que me lo considero, como decía, tengo la suerte de tener un público muy fiel que me arropa mucho, pero este concierto es una iniciativa mía. Por desgracia para muchos artistas valencianos, nos cuesta mucho tocar aquí, lamentablemente no encontramos hueco en los actos culturales que promueven el Ayuntamiento de Valencia, la Diputación o la Generalitat.

¿Cree que existe algún veto por motivos políticos?

Por desgracia en Valencia cuesta tener una opinión diferente a la que tienen los que gobiernan  porque de alguna forma te significas y ya no te permiten trabajar. Yo las veces que he tocado en Valencia desde que dejé Presuntos hace 8 años ha sido siempre por iniciativa mía. A mí el Ayuntamiento de Valencia no me ha contratado nunca, no sé por qué.

¿Por qué ha aceptado la propuesta de entrar en el Consell Valencià de Cultura (CVC) de la mano del PSPV?

Porque es un consejo consultivo, que no es vinculante y tiene muy poca representación de la música y, si finalmente se da el caso, me parece una oportunidad de que mi ámbito y mi profesión estuviera un poco más representado. También, tal y como está la cultura en la Comunitat Valenciana, tan abandonada, tan menospreciada y tan deteriorada, cualquier cosa que yo pueda hacer para que eso se revierta voy a intentarlo si se me da la oportunidad. Fue el PSPV el que me la dio y aunque no pertenezco a ningún partido político, esta voluntad de que cambien las cosas y de mejorar es lo que me movió a aceptar.

¿Se plantea dar el salto a la política?

¡No, no! (risas). No porque la política hoy en día debería cambiar mucho para que a mí me gustase. Tengo amigos políticos, pocos, pero tengo alguno que hace justo lo contrario de lo que están haciendo muchos políticos de este país, algo que me reconcilia con determinados políticos, pero en general se olvidan de que están no solo para representarnos, sino que están a nuestro servicio. Nosotros, los ciudadanos, no solo los votamos, sino que les pagamos el sueldo. Y eso es lo que yo creo que llega un momento que olvidan. Si la política fuera al servicio ciudadano, yo y mucha gente estaríamos de acuerdo en ser más activos políticamente. Pero hoy por hoy que es todo una guerra de partidos y que están más pendientes de mantenerse, así no me siento identificada.

¿Qué opina del cierre de Canal 9 y cómo lo vivió?

Para mí fue dramático, fue un trauma, porque además de que tengo amigos que trabajaban allí, yo estaba con mi hija ese día con la tele puesta, y le dije, Alba, en 20 años que tienes jamás hubiera pensado que ibas a vivir un momento como este. Me pareció una vuelta atrás brutal, cortar la comunicación con las raíces de los ciudadanos, una voluntad mezquina. Yo creo que había otras soluciones. Me dolió mucho y yo no veía Canal 9 porque hacía mucho que tenía una programación bastante mala, pero claro, los mismos que la cerraron hicieron esa programación. Me imagino que no tenían ganas de que fuera la voz del pueblo, la voz de la Comunitat Valenciana.

Si como miembro del CVC tuviera que elaborar un informe sobre el Cabanyal, ¿cuál sería su postura?

Yo creo que las ciudades que mejor van a sobrevivir son las que ponen en valor sus raíces, su peculiaridad y su diferenciación. El Cabanyal tiene una estructura diferenciada. A mí me apena mucho lo que está pasando con el barrio marítimo de la ciudad de Valencia, que podría ser un barrio precioso, con su trama urbana, el tipo de casa que es también muy diferente. Yo creo que se debería poner en valor como ocurre con el Trastevere de Roma, por ejemplo. Tendría que ponerse en valor en lugar de menospreciarlo.

¿En qué situación cree que se encuentra la marca Valencia?

Está dañada. En España cuando dices que eres de Valencia, siempre te dicen, madre mía la que tenéis montada ahí. La gente nos asocia con los bolsos o los trajes, todo eso nos ha hecho mucho daño. Por un lado te dicen que Valencia está muy bonita, pero por otro te preguntan qué está pasando con todos los problemas tan graves que hay.

¿Qué recuerdos tiene de sus 30 años de vida en Valencia y qué fue lo que le enganchó de la ciudad?

Lo que más me gusta de Valencia es la gente, mis amigos, la luz que tiene, la forma de vivir que es más calmada, más tranquila, Valencia tiene tantas cosas positivas… nada más que haya amor por la ciudad por parte de todos los que podemos hacer muchas cosas, Valencia sería aún más fantástica.

¿Cómo cree que ha evolucionado la ciudad?

Se hizo una limpieza de cara muy interesante, el jardín del cauce del Río me parece fascinante porque es para la ciudad y lo aprovecha mucha gente. La Valencia arquitectónica, especialmente la Ciudad de las Ciencias, nos ha puesto en un lugar internacionalmente, pero lamentablemente no veo que la ciudadanía pueda gozar mucho de ese espacio y realmente el coste ha sido extraordinario, nos ha hipotecado y lo vamos a estar pagando años. Lamentablemente eso hace que el dinero esté puesto en una parte de la ciudad y otras estén muy deterioradas. Estos últimos años de crisis voy por los barrios y es una pena ver lo dejados que están algunos.

¿Cuál es su rincón favorito de Valencia o de la Comunitat?

Mi rincón favorito de la ciudad es el jardín del Turia y el Botánico. También la Albufera. A nivel de Comunitat son muchos, la Sierra Espadán, la Calderona, las playas, aunque algunas están muy urbanizadas y han perdido parte del encanto, pero la verdad es que la Comunitat da mucho de sí.

Volviendo a la música, ¿qué proyectos de futuro maneja?

Estoy preparando mi próximo disco que en breve lo tendré definido. Estoy muy contenta porque se me da la oportunidad de seguir. En estos últimos discos he consolidado una banda que me acompaña que son músicos maravillosos de una gran calidad, todos de jazz, que es un estilo al que me acerco y juego con él, y con ellos espero poder afrontar este siguiente disco.

¿Qué opina de las descargas de música por Internet y de la piratería?

Ahora mismo se vende un 8% de lo que se vendía hace 15 años, con eso está todo dicho. A ver qué industria se mantiene así. No puedo estar a favor de las descargas porque por una parte soy autora y los autores solo ganamos el salario que nos corresponde a través de las ventas de discos. Por otra parte, la música ha perdido mucho valor como producto cultural al ser gratuita y eso tampoco es bueno. Lo que se consigue es que haya un deterioro tremendo de la industria que soporta a la música porque no podemos ser tan románticos de pensar que la música se mantiene sola. Siempre tiene que haber una estructura industrial que haga que se pueda fabricar y grabar esos discos, que lleguen a las tiendas, que se pueda promocionar. Y con los niveles de ventas que ha dejado la piratería en este país no hay industria que lo soporte y no hay dinero. Eso repercute en que la gente más joven no tenga cabida porque las compañías no quieren arriesgar, tampoco hay tiendas.

¿En qué situación ve a la música valenciana?

Como decía, lamentablemente es muy fácil descargarse canciones, pero esta mentalidad nos ha llevado a que no hay dinero para la música. Hay muchos grupos y artistas ineteresantes, Los Cigarros me encantan, Evo o Neus Ferri, que estará en el concierto, ojalá tenga la oportunidad de demostrarlo con un disco. Los jóvenes son los que más están pagando esta factura tan grande que nos ha dejado la piratería.

¿Ha mejorado la situación la ley Sinde?

La ley Sinde nació ya coja y no ha sido efectiva porque no hay voluntad política de ponerle coto a esto. Yo creo que lo que hay que hacer es educar e informar porque a todos nos gusta que nos valoren nuestro trabajo y ahora por arte de magia, parece que el trabajo creativo no se valora porque está gratis en internet, no solo la música, también la escritura o el cine. Es una lástima porque una sociedad que no valora su talento tiene poco futuro.