Teresa Hurtado de Ory es la protagonista de Ciega a citas (Cuatro), la serie de sobremesa que ha conseguido que los televidentes más jóvenes presten atención a un formato con tintes de culebrón. ¿El gancho? La recreación de la historia de una antiheroína (Lucía), una Bridget Jones a la española que lucha por conseguir novio, vencer su atracción fatal por la nevera y atreverse a dejar de vestir de negro, color con el que disimula sus kilos de más. Por el medio, la obligada trama de tensión sexual con el actor más apuesto del elenco.

Tras años en la pantalla, ¿cómo explica que las telenovelas sigan siendo tan eficaces?

El amor sigue moviéndonos a todos, aunque puede que el género necesite, en algunos aspectos, ser revisado.

¿De qué manera?

En el caso de Cita a ciegas, se ha adaptado bien el producto original (una telenovela argentina de éxito) a nuestra realidad. Utiliza caracteres y contextos muy actuales. Eso le ha dado autenticidad y ha facilitado que el televidente se identifique con los personajes. ¡Hay todo un abanico para elegir!

Las telenovelas siempre tienen moraleja. ¿Qué valores promueve esta?

Uno de ellos es que no es imprescindible tener una apariencia espectacular para disfrutar de la vida. Pese a que Lucía parece desesperada por adelgazar y conseguir pareja, su crecimiento va a ser más interior que exterior. Va a descubrir que tiene mucha más fuerza de lo que pensaba y que es bastante feliz: se dedica a lo que le gusta, al periodismo, aunque apenas le dé para vivir. Y es independiente.

Aunque su objetivo sea tener un hombre a su lado…

A todos nos gusta sentirnos queridos. La serie no solo muestra a una chica en busca de alguien que la quiera. Mientras eso ocurre, conoce chicos, tiene citas, se acuesta con ellos… Lo que me gusta de ella es que no es ninguna remilgada, sino una chica de hoy en día. Y me gusta también porque representa a ese antihéroe que se convierte en héroe cuando logra superar las situaciones difíciles.

¿Qué no comparte con ella?

No comparto su grado de locura que, sin embargo, me gusta. Y es una tía muy impulsiva, yo soy más moderada. Tampoco estoy enamorada de mi jefe como sí lo está ella (Risas).

Interpreta a una mujer con medidas normales. ¿La audiencia está cansada de modelos perfectos?

A juzgar por la respuesta del público, sí. Es más fácil reconocerse en una chica común a quien le pasan cosas normales, que en un pibón.

¿Valoramos demasiado la imagen?

Sí, la sociedad inculca las niñas que tienen que ser perfectas para que las quieran, es demasiado.

¿Y en su profesión es igual o peor?

Hay mucha presión. Debería haber muchos tipos de actrices que representaran cómo es la sociedad, donde hay gordas, flacas, guapas, feas y regulares. Sin embargo, se promueve un modelo único.

En 'Ciega a citas' uno de sus mejores amigos es gay. ¿Se necesita que haya estos perfiles en televisión para normalizar la situación de estos colectivos?

La serie simplemente cuenta lo que hay en la vida y en la vida hay homosexuales, bisexuales, heterosexuales, gente con una gran actividad sexual, gente sin ninguna... Al final, todos nos enamoramos y nos desenamoramos, y eso es lo que hay que contar. Lo de poner etiquetas, perjudica.

Encarna a una periodista. ¿La crisis de ese sector es equiparable a la de la interpretación?

No conozco mucho la situación del periodismo, pero la interpretación es una profesión difícil. El otro día se publicó un estudio que indicaba que solo uno de cada cuatro actores consigue trabajar en la interpretación, y muy pocos de ellos logran vivir de ello sin compaginarlo con otros trabajos.

¿Y usted puede?

Soy muy afortunada, llevo diez años en esto y siempre he podido. Bueno, más o menos, porque también he trabajado de camarera en los periodos en los que no he tenido curro. Hay poco trabajo.

Nació en Sevilla en 1983. Se dio a conocer en el mundo de la interpretación a través de la producción Astronautas, de Santiago Amodeo, que le brindó una nominación a mejor actriz revelación en los Goya 2004. En la televisión, ha trabajado en las series La Señora, Bandolera y, actualmente, Ciega a citas.