El interior de A Coruña está perdiendo tirón. Y la situación es crítica en buena parte de la provincia, ya que 59 ayuntamientos (más de la mitad) han perdido habitantes en 2006 respecto al año anterior, bien porque la gente se va a otros ayuntamientos o porque, sencillamente, fallece. Según datos del INE, en el último año la provincia sólo aumentó su población en 2.434 personas, hasta alcanzar los 1.129.141 habitantes.

La periferia de las ciudades son las únicas que se salvan de esta sangría poblacional y concentran a los 34 municipios que ganan vecinos en 2006 (además de Coirós, el único ayuntamiento que mantiene la misma cifra de habitantes, 1.654, desde 2004). Las que resisten esa caída, y a la vez se benefician del éxodo del interior, son sobre todo las áreas de A Coruña y Santiago.

De hecho, en el caso de la primera, la ciudad de A Coruña es la única que pierde habitantes (29) mientras que   los municipios de su entorno continúan ganando peso al tener cada vez más población. Por ejemplo Culleredo terminó 2006 con 26.547 residentes, 897 más que el año anterior, y Oleiros censó a 797 vecinos durante ese mismo año.

Santiago también amplió su padrón y por fin superó  la barrera de los 93.000 habitantes gracias a medio millar de nuevos residentes.

A Ferrol, sin embargo, le pasa algo muy parecido a A Coruña: perdió gente por culpa del área y en 2006 se quedó sin 756 vecinos.

Las comarcas están en alza

Las ciudades coruñesas, como Ferrol y A Coruña, se están quedando pequeñas y su suelo es cada vez más escaso y caro. Eso explica que muchos de sus vecinos opten por trasladar su residencia a ayuntamientos cercanos, donde trabajo y vivienda son mucho más fáciles de conseguir. De hecho, municipios como Culleredo y Oleiros han pasado de ser lugares dormitorio a tener autonomía con una creciente actividad laboral y una construcción pujante. Y los pisos se alejan de las cifras astronómicas de la ciudad, donde el metro cuadrado alcanza en muchos casos los 6.000 euros.