La Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha dejado visto para sentencia el caso del hombre —I.R.G.— al que la Audiencia Provincial de Jaén condenó en febrero a 23 años menos un día de cárcel como autor de un delito de asesinato y otro de incendio que habría cometido al matar a su novia en Úbeda en 2012 y quemar luego la casa, una sentencia contra la que recurrió la defensa del encartado.

De esta manera, ya sólo queda conocer la sentencia que emita el Alto Tribunal andaluz tras haberse celebrado este miércoles por la mañana en Granada la vista oral derivada del recurso de apelación que elevó la defensa contra el fallo de la Sección Segunda de la Audiencia jiennense, emitida a partir del veredicto del jurado popular que enjuició el caso.

El abogado de la defensa del condenado, Guillermo Forteza, ha explicado a Europa Press que la vista se ha iniciado en torno a las 10,50 horas y ha durado aproximadamente 40 minutos, tiempo durante el cual las distintas partes han manifestado sus planteamientos al respecto.

Así, el primero en intervenir ha sido el citado letrado, que apoya su recurso en un escrito de más de 50 folios sustentado en diez motivos con los que aspira a que el TSJA declare nulo el juicio de la Audiencia de Jaén y ordene repetirlo por supuestos "quebrantamientos de normativa y defectos en el objeto del veredicto" que abordó el jurado, o, al menos, emita una sentencia "más favorable" a su cliente a través de la consideración de circunstancias atenuantes como las de embriaguez o trastorno mental transitorio.

Además de él, han intervenido tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce la familia de la víctima y la que está en manos de la Junta de Andalucía, que presentaron escritos de impugnación contra el recurso de apelación de la defensa.

El condenado no ha estado presente en la sala, ya que "los acusados nunca vienen a las apelaciones", según ha indicado Forteza, que ha precisado que sí han asistido a la vista familiares tanto del procesado como de la víctima.

Como se recordará, la Sección Segunda de la Audiencia jiennense consideró probado que, cuando estaban en el domicilio en el que convivían en régimen de alquiler, I.R.G. propinó "diversos y fuertes golpes" a su novia, lo que hizo que ésta "perdiera la conciencia y cayera al suelo, y una vez caída en el suelo boca arriba e inconsciente, con la intención de causarle la muerte y sin que S.D.J. tuviera posibilidad alguna de defenderse, se situó encima de ella y con las manos apretó fuertemente su cuello hasta que le produjo la muerte por asfixia".

Seguidamente, y para "ocultar los hechos que acababa de realizar", el encartado "prendió fuego de forma deliberada a un sillón o sofá existente en el salón del piso, situados junto al cadáver de S.D.J., cerró las persianas así como la puerta del salón y tras cerrar igualmente con llave la puerta de entrada al piso se marchó utilizando el vehículo" de su novia "en dirección a la población de Güejar-Sierra (Granada), domicilio de su padre, si bien fue detenido por la Guardia Civil poco antes de llegar a la misma al haber tenido un accidente por salida de vía y posteriormente manifestar que había dado una paliza a su novia y reconoció los hechos".