El magistrado de la Audiencia de Barcelona Santi Vidal ha asegurado este miércoles que participa en la redacción de un borrador de una futurible Constitución catalana durante su tiempo libre, cosa que no le saca tiempo de su trabajo como juez ni es incompatible con su trabajo.

Vidal ha dicho que la ley que regula las actividades de los jueces permite hacer actividades jurídicas no retribuidas ni encargadas por ningún organismo oficial, como es este caso, y ha lamentado que todavía no se le haya comunicado oficialmente la apertura de una investigación por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que el expediente parezca un regreso a los tiempos de la "censura previa".

El magistrado, que ha atendido a los medios a las puertas de los juzgados, considera "indigno de un estado de derecho" que lo estén investigando y espera que el instructor del expediente "dé las explicaciones oportunas".

Respecto al fondo del asunto, considera que su participación voluntaria en la redacción de un borrador de Constitución entra dentro de su ejercicio del "derecho de opinión, de pensar y colaborar con compañeros juristas" para la redacción de documentos "estrictamente técnicos" que tienen como finalidad "ayudar en su día, en función de como vaya el proceso político de este país, a tener las herramientas oportunas para poder construir un estado mejor". Esto, según él, "ni es ilegal ni un ejercicio abusivo de las funciones judiciales".

Vidal ha explicado que las horas para redactar los artículos del borrador las saca de su tiempo libre, y no cobra nada para hacerlo, cosa que forma parte de su actividad como ciudadano, "que no es incompatible como juez".

Por todo esto, no ha pedido ninguna autorización o permiso al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Miguel Ángel Gimeno, ni al de la Audiencia de Barcelona, Pablo Llarena. Según él, la Ley Orgánica del Poder Judicial permite a los jueces realizar actividades "técnicas, jurídicas e incluso artísticas" y por lo tanto incluye el que hace él como redactor constitucional.

Vidal ha recordado que el encargo es privado, no de ningún organismo oficial, cosa que sí que supondría una incompatibilidad. "Cualquier persona puede escribir libro, o poema, nosotros tenemos el mal gusto de redactar textos jurídicos", ha remachado.