Las setas alucinógenas podrían servir para tratar la ansiedad en pacientes con cáncer

Asimilar una enfermedad como el cáncer es uno de los puntos más complejos a la hora de enfrentarse con la enfermedad. El diagnóstico y el tratamiento generan niveles de estrés y ansiedad en los pacientes que no ayudan en la lucha por superar la dolencia. El trabajo psicológico con los enfermos es fundamental y los investigadores médicos buscan herramientas que puedan ayudar aún más en ese aspecto.

En esa búsqueda, investigadores de la Universidad de Nueva York están realizando un estudio en el que utilizan setas alucinógenas para tratar estrés y ansiedad en pacientes con cáncer. De hecho, algunos de los que participan en el estudio han confirmado progresos importantes en el tratamiento de su ansiedad, aunque por el momento la investigación no es definitiva.

Se ha comprobado que las setas alucinógenas, en concreto la psilocibina, han conseguido rebajar de forma considerable los niveles de ansiedad de una parte de los pacientes con cáncer. Aunque la investigación continúa, los investigadores ya han visto señales positivas. Si bien es cierto que no todos los pacientes responden de la misma manera al uso de los alucinógenos, las perspectivas permiten ser optimistas.

Preguntado por la presunta toxicidad de este tipo de alucinógenos, Stephen Ross, investigador principal del estudio, asegura que “a largo plazo no hay efectos tóxicos conocidos por tomar alucinógenos serotoninérgicos". Afirma Ross que “desde un punto de vista médico, la psilocibina es un compuesto muy seguro”.

La psilocibina, que se encuentra de forma natural en más de 200 especies de setas, tiene una larga historia de uso por los seres humanos. Como cuenta el portal The Atlantic, el uso de ese tipo de alucinógenos no es nuevo. Los aztecas consumían sus hongos en las ceremonias religiosas. Pero el uso de psilocibina indígena fue prácticamente erradicada hasta finales de 1950, cuando la psiquiatría la redescubrió.

Pacientes con problemas de alcoholismo, drogadicción, trastorno de estrés postraumático o ansiedad fueron tratados con alucinógenos. Desde entonces muchos pacientes recibieron psilocibina y otros alucinógenos como DMT, LSD o mezcalina, y se han redactado más de 1.000 trabajos de investigación.

Ahora, siguiendo los cauces legales y de control, los investigadores de la Universidad de Nueva York han conseguido volver a probar lo que podría ser una forma más de ayudar a las personas afectadas por el cáncer.