La junta de CaixaBank aprueba los nombramientos como consejeros de Amparo Moraleda y Antonio Sáinz de Vicuña

La junta anual de accionistas de CaixaBank ha aprobado el nombramiento de Amparo Moraleda y Antonio Sáinz de Vicuña como consejeros independientes, que toman el relevo de Susana Gallardo --que ha agotado mandato-- y de Isabel Estapé --que presentó renuncia a finales de 2013 tras ser designada consejera de Criteria--, respectivamente, y también ha votado a favor de la reelección como consejeros del presidente de la CEOE, Joan Rosell; de Alain Minc y de David K.P. Li.
Joan Maria Nin e Isidre Fainé, CaixaBank
Joan Maria Nin e Isidre Fainé, CaixaBank
EUROPA PRESS
Joan Maria Nin e Isidre Fainé, CaixaBank

La junta anual de accionistas de CaixaBank ha aprobado el nombramiento de Amparo Moraleda y Antonio Sáinz de Vicuña como consejeros independientes, que toman el relevo de Susana Gallardo —que ha agotado mandato— y de Isabel Estapé —que presentó renuncia a finales de 2013 tras ser designada consejera de Criteria—, respectivamente, y también ha votado a favor de la reelección como consejeros del presidente de la CEOE, Joan Rosell; de Alain Minc y de David K.P. Li.

Moraleda es actualmente presidenta de la empresa Sistemas y Servicios de Iluminación Eficiente (SSIE), y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en IBM, donde ocupó la presidencia entre los años 2001 y 2009; es miembro del Consejo Rector del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y pertenece al consejo de administración de varias empresas entre las que se encuentran las cotizadas Corporación Alba, Meliá Hoteles y Alstom, entre otras.

Sáinz de Vicuña, que ha sido director de Asuntos Jurídicos del Banco Central Europeo (BCE), fue en julio de 2012 el candidato del Gobierno central a ocupar una silla en órgano rector del BCE, tras la marcha de José Manuel González Páramo, aunque finalmente fue derrotado por el luxemburgués Yves Merch.

Mayor retribución máxima para el consejo

La junta también ha aprobado la cantidad fija anual para remunerar al consejo de administración —que el consejo puede decidir reducir—, fijada este año en 3,8 millones de euros, frente a los 3,1 de hace un año, ante la previsión de "nuevas comisiones y mayor exigencia de dedicación de sus miembros" por cambios normativos y la nueva estructura por la conversión de La Caixa en fundación bancaria y control del banco a través de Criteria, argumenta la entidad.

Entre los votos en contra de este punto han figurado los de los empleados representados por CC.OO., SEC y SIB —el sindicato mayoritario en la entidad en Baleares—; CC.OO. considera que "no es el momento" de aumentar la retribución del consejo aunque se amplíe el número de comisiones, y el sindicato balear que cualquier aumento extraordinario de este tipo debería corresponderse con un aumento extraordinario del beneficio y hacerse extensivo a toda la plantilla.

El vicepresidente y consejero delegado de CaixaBank, Joan Maria Nin, ha señalado que el acuerdo de la junta se trata de una posibilidad de retribución máxima ante un aumento de organismos y dedicación, y que en los últimos años la retribución efectiva al consejo no ha aumentado e incluso ha disminuido, concretamente un 12% en 2013.

Los accionistas también han dado el visto bueno a la entrega de acciones a favor de Nin y de los altos directivos como parte del programa de retribución variable, y han aceptado mantener la política trimestral de remuneración al accionista con el sistema Programa Dividendo/Acción, que permite recibir efectivo o títulos o una combinación de ambos.

Cambios estatutarios

Con motivo del paso de La Caixa a ser fundación bancaria y control del banco a través de Criteria, la junta ha aprobado cambios en los estatutos de CaixaBank para adaptarlos a la nueva condición jurídica de La Caixa, de forma que desaparece la referencia al ejercicio indirecto, ya que hasta ahora CaixaBank se define como el banco a través del cual La Caixa ejerce su actividad como entidad de crédito de forma indirecta, lo que dejará de ser así.

La Caixa perderá su condición de entidad de crédito y pasará a ser fundación bancaria que se centrará en la Obra Social, mientras que traspasará el negocio financiero y la deuda a Criteria, sociedad del grupo que controla al 100%.

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