Los padres de Miguel, un adolescente madrileño, están sumamente preocupados. Su hijo, hasta hace medio año un chico normal, ha dejado de salir con los amigos, apenas habla con su familia y por las noches se despierta para conectarse al ordenador. Está enganchado al Messenger, el sistema de envío de mensajes inmediatos vía Internet.

La adicción de Miguel (nombre ficticio) la vive el 9% de los adolescentes madrileños, según informó ayer el gerente de la Agencia Antidroga, Manuel Molina, citando un estudio del Defensor del Menor, realizado con 2.000 entrevistas a menores de 11 y 12 años. Molina aseguró que el 47% de los adolescentes tiene algún grado de dependencia de los móviles e Internet.

Talleres preventivos

"Los jóvenes dependientes muestran ansiedad al retirarles el móvil o Internet, pero los adictos además cambian su conducta, empiezan a ir mal en los estudios y pueden caer en la depresión", explicó Molina.

La Agencia Antidroga impartirá el próximo curso un taller, pionero en España, dirigido a 18.000 escolares de 11 y 12 años y a sus padres sobre los riesgos de las nuevas tecnologías.

La psicóloga encargada de este programa, Sonia Parra, recomienda a los padres que observen a sus hijos. «Si se tiran horas jugando unos días y luego se autorregulan solos, no pasa nada. Si deja de tener otro tipo de ocio, entonces conviene poner un control horario sin que el menor piense que es un castigo».

Navegación compartida

La Asociación de Internautas cree que hay que educar a los niños en el buen uso de Internet. «Somos partidarios de la navegación compartida de los padres con los menores. No hay que dejarlos solos, porque tienen tanto peligro en la Red, expuestos a acoso, racismo o sexo, como en la calle».

Tres maneras de convivir con la tecnología

Pilar González 39 años, ama de casa

Pilar tiene dos hijos: Dámaso, de 12 años, y Andrea, de 8: "De Internet sólo les dejo mirar el correo electrónico, y cada vez que entran en un página nueva, estamos delante su padre y yo", asegura.

Micaela Neag 30 años, limpiadora.

Denisa, de 10 años, utiliza "casi todos los días el ordenador después de hacer los deberes. Además, tiene consola, móvil y usa el chat para comunicarse con mi familia de Rumanía".

Manuel Sueiro 47 años, profesor universidad

Elena, de 11 años, «ha perdido el móvil», asegura su padre. "Uso el ordenador, pero no demasiado", dice la propia Elena. "No obstante, he de reconocer que el móvil viene bien en caso de urgencias", destaca Manuel.