El titular del Juzgado de Familia número 2 de Murcia decidirá en unos días sobre el futuro de una niña mauritana: o la deja en Cartagena con una familia que la acoge o la envía junto a su madre biológica, que la reclama y vive en un campamento de refugiados de Tinduf, en el desierto argelino.La niña llegó a Cartagena junto a un grupo de refugiados para pasar el verano de 2002, a través de un programa promovido por el Ayuntamiento de la ciudad. En la revisión médica, los padres de acogida detectaron que tenía anemia y una enfermedad crónica en el hígado.
Fue entonces cuando empezó una batalla legal en los juzgados por la custodia de la niña mauritana. Por una parte, los padres de acogida, que no quieren que vuelva hasta que no esté recuperada y haya garantías de que se la tratará en Argelia, de lo que intenta asegurarse la Dirección General de Familia y Servicios Sociales, y por otro, la madre biológica, que vive en Tinduf.
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