El año pasado, se produjo un considerable incremento de pacientes en este horario (cifrado en un 10%) que, «de motu proprio», decidieron acudir a las consultas en horario vespertino.

La oferta en el área sanitaria viguesa es doble y ofrece cobertura a casi el 100% de la población. Así existen los equipos de tarde, que están instalados en 11 de los 16 centros de salud de la ciudad, y que tienen un horario de trabajo que va desde las 15.00 a las 22.00 horas.

Además, para reforzar este servicio, están los turnos deslizantes, que son aquellos en los que el mismo facultativo pasa consulta unos días en horario de mañana y otros por la tarde, y que se han potenciado mucho desde el pasado año «fundamentalmente en Pediatría», recalcan desde el Sergas.

Es el caso de los ambulatorios de Rosalía de Castro, Lavadores, Nicolás Peña, Coia y el Casco Vello. «La intención ha sido equilibrar el número de tarjetas sanitarias y ofertar una mayor disponibilidad horaria», detallan en el Sergas.

En las parroquias

La cruz de este servicio está en las parroquias. Los vecinos de Coruxo, Sárdoma, Matamá y Bembrive no pueden acudir al médico en horario de tarde. El Sergas permite, si prefieren tener la consulta en ese horario, que estos usuarios se cambien de centro de salud, aunque deben hacerlo al ambulatorio más próximo. Sucede lo mismo en el centro de salud de la calle Bolivia. El más cercano, el de la calle Cuba, ya no admite más pacientes.

Proyecto para el nuevo hospital

Este sábado se darán a conocer en Vigo los siete equipos arquitectónicos preseleccionados para la redacción del proyecto básico del nuevo hospital. A finales de abril se seleccionará el anteproyecto definitivo, que contará con seis meses para terminar el proyecto básico y sectorial. Si los plazos se cumplen, las tareas de construcción podrían empezar a finales de año.