La Consejería de Fomento y Vivienda ha mostrado su "sorpresa" ante el hecho de que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reabra ahora, "tras el consenso alcanzado en septiembre de 2013 y formalizado el pasado noviembre", el debate de la peatonalización de ambos laterales de la Alameda Principal aprovechando la llegada del metro, algo que "no parece razonable". Frente a esto, le ha reclamado "celeridad" en los trámites para poder licitar las obras del tramo Guadalmedina-Atarazanas y cumplir así la hoja de ruta pactada y también "cooperación institucional".

"No tenemos ningún reparo en dar al Ayuntamiento de Málaga más concreción técnica sobre el proyecto, pero los calendarios son los que pactamos el pasado año entre todos, y el alcalde no puede olvidar que los socios y agentes implicados en el proyecto somos corresponsables con la viabilidad económica, social y técnica de la actuación, como quedó consagrado en el acuerdo formalizado en 2013", ha manifestado el delegado territorial de Fomento y Vivienda de la Junta, Manuel García Peláez.

Ha advertido de que "el alcance económico y la longitud del tramo del paso del metro por el centro son piezas que ahora no pueden reabrirse", ya que "forman parte de un engranaje ya consensuado y diseñado para que en 2017 la ciudad de Málaga complete su red de metro, de acuerdo a la estimación de demanda y cobertura de población que garantiza su equilibrio económico y conforme a un volumen de inversión viable en el actual marco presupuestario".

Por ello, García Peláez ha expresado su sorpresa ante las observaciones planteadas por el Ayuntamiento al proyecto constructivo para el tramo Guadalmedina-Atarazanas, que debe recibir el informe favorable del Consistorio en relación con su adecuación al planeamiento urbano y poder así salir a concurso público las obras, presupuestadas en unos 50 millones de euros.

"La Consejería de Fomento y Vivienda está cumpliendo con los hitos previstos, una vez se formalizó el pacto con la nueva solución para el metro de Málaga el pasado otoño", ha afirmado a Europa Press, añadiendo que en febrero la Consejería concluyó la redacción del proyecto constructivo y su supervisión técnica, al objeto de "dar audiencia al Ayuntamiento para su conformidad a la adecuación de dicho documento técnico al planeamiento urbano".

Según García Peláez, "hemos mantenido, en paralelo a este proceso, dos reuniones técnicas con el Ayuntamiento para explicar los detalles del proyecto, sin que afloraran objeciones significativas por parte del Consistorio". Además, ha agregado que el pasado 7 de marzo remitieron el proyecto para dicho trámite urbanístico.

Un requisito éste último necesario para poder licitar las obras y poner en servicio el tramo en el transcurso de 2017, año en el que, ha precisado el delegado, "también hemos comprometido la entrada en servicio del tramo de la línea 2 que discurre en superficie entre la Estación Guadalmedina y el Hospital Civil-Materno".

Alcance del proyecto, "CLARO"

A su juicio, el alcance del proyecto "está claro", de acuerdo al consenso alcanzado en septiembre de 2013 y formalizado el pasado 11 de noviembre con la firma del protocolo de intenciones entre el Consistorio y la Consejería de Fomento, y "no parece razonable que, ahora, una vez elaborado el proyecto y explicado previamente al Ayuntamiento, nos reclamen intervenciones urbanas fuera de la traza, que se desarrolla con carácter subterráneo por el lateral norte de la Alameda Principal hasta la confluencia con calle Torregorda".

García Peláez ha matizado que el proyecto técnico del metro no prejuzga la definición urbana de la traza donde no discurre la infraestructura del metro, como así ha ocurrido con el resto del trazado subterráneo de las líneas 1 y 2.

Ha incidido, además, en que, en su día, el proyecto constructivo originario entre Guadalmedina y La Malagueta, que discurría también bajo tierra por el lateral norte de la Alameda Principal, "no fue objeto de observaciones por parte del Consistorio cuando la Junta abrió en julio de 2010 el periodo de audiencia sobre su adecuación al planeamiento urbano".

El delegado ha demandado de nuevo al Consistorio trabajar "en la misma línea de cooperación institucional que el proyecto recobró el pasado otoño, más aún cuando vamos a abordar este año un hito fundamental y trascendental, como es la puesta en servicio de las líneas 1 y 2 hasta El Perchel-María Zambrano".

"El proyecto requiere un escenario estable institucionalmente, algo que constituye un activo fundamental para que el metro sea un éxito", ha subrayado García Peláez, para quien esa cooperación debe extenderse a todos los ámbitos del proyecto, como el mecanismo de compensación o la convergencia entre el metro y la Empresa Malagueña de Transportes (EMT). "Lamentablemente, no estamos percibiendo esta sintonía por parte del Consistorio", ha apuntado.

Obras de movilidad sostenible

Precisamente, sobre el listado con obras de movilidad sostenible enviado el pasado 7 de abril por el Ayuntamiento para compensar la factura municipal de 32,31 millones de euros en concepto de anticipo de la inversión del metro —las actuaciones presentadas tienen un valor total de 50,6 millones—, García Pelaéz ha mostrado sus dudas ante la posibilidad de aceptar la integración ferroviaria de Málaga con el soterramiento del pasillo del AVE.

"Es una infraestructura que ya fue fruto de un convenio de colaboración anterior, en julio de 2004, a tres bandas, entre el Estado, la Junta de Andalucía y el Consistorio, en el que la Administración autonómica aportó también su participación económica", ha señalado.

Ante esto, ha informado de que "debemos analizarlo jurídicamente porque tenemos dudas de que una infraestructura, que ya fue objeto de un convenio de financiación a través de una comisión tripartita Estado-Junta-Ayuntamiento, se aplique ahora de nuevo en otra actuación ajena a la misma, como es el metro, para descontar la aportación dineraria que corresponde al Ayuntamiento".

También ha admitido el delegado territorial que "nos genera dudas que esta actuación y la primera fase del bulevar del soterramiento se adapten a las consideraciones o parámetros de obras de movilidad sostenible".

Convergencia emt-METRO

Igualmente, ha criticado "el escaso avance o voluntad" del Ayuntamiento para trabajar en la necesaria convergencia de la EMT y el metro, de cara a la puesta en marcha parcial del ferrocarril urbano hasta el intercambiador El Perchel-María Zambrano.

Para García Peláez, es necesario trabajar al respecto para "mejorar la oferta de transporte público para el ciudadano y evitar solapamientos ineficaces", ofreciendo "una solución intermodal para beneficiar los desplazamientos en transporte público frente al vehículo privado".