Para quién. Generalmente, los más beneficiados suelen ser los jóvenes empresarios –menores de 35 años–, las mujeres y los inmigrantes. La mayoría de las subvenciones que se convocan van dirigidas a ellos porque son los que más difícil lo tienen para poner en marcha un negocio.

Dónde pedirlas. Los ayuntamientos, la administración del Estado, las asociaciones de empresarios o la propia Unión Europea convocan regularmente ayudas. Pueden concederse a emprendedores o a proyectos específicos que, por su interés cultural, ambiental o de innovación, son merecedores de estas subvenciones. Los bancos también suelen ofrecer créditos a un bajo interés para emprendedores.

Cómo buscarlas. Existen empresas que se dedican a publicar todas las subvenciones posibles para el tipo de negocio que se desea crear. Buscar en Internet regularmente facilita la labor de los nuevos emprendedores y agiliza muchas de las gestiones.

Cómo utilizarlas. Las subvenciones generalmente tienen un propósito concreto y su aportación sólo puede ser destinada para el fin para el que fueron diseñadas. Además de económicas, las dotaciones pueden ser de tipo formativo: los empresarios reciben asesoramiento y conocimientos para la correcta gestión del nuevo negocio.