La plantilla de Sniace comenzará este miércoles, 16 de abril, a partir de las 11.00 horas, en las instalaciones de la fábrica de Torrelavega, un encierro indefinido para reclamar a la empresa y los administradores concursales que no se celebre el juicio de la Audiencia Nacional, previsto para el próximo 22 de abril y en el que se determinará si el despido de los 533 trabajadores en septiembre de 2013 se ajusto o no a la legalidad.

La plantilla considera que, de celebrarse esa vista, "da igual" quien gane el pleito porque "todos saldremos perdiendo", tanto Sniace como los trabajadores, y no habrá "vuelta atrás", ha manifestado este lunes en declaraciones a Europa Press el secretario del comité de empresa, Antonio Pérez Portilla, después de decidir en una asamblea comenzar un encierro.

Pérez Portilla ha explicado que, si la empresa gana el juicio, los trabajadores estarán "definitivamente" despedidos y, si lo gana la plantilla, la fábrica se vería "abocada a la liquidación" porque las indemnizaciones se elevarían a 45 días por año, lo que supondría un coste para Sniace de más de 30 millones de euros.

Además, de llegar finalmente a la liquidación de Sniace, "se retrasaría todo mucho tiempo, años", en los que los trabajadores tendrían que esperar a cobrar como un acreedor más y un proceso durante el que, según Pérez Portilla, algún inversor podría "venir y comprar" la fábrica sin tener porqué contratar a los trabajadores actuales.

Por ello, la plantilla han considerado que ante esta "situación límite" hay que tomar "decisiones graves" y, por ello, han acordado entre todos realizar un encierro hasta que se suspenda el juicio o, en su defecto, los administradores "se avengan" a negociar con el comité un plan de reestructuración de plantilla.

Un plan, ha indicado Pérez Portilla, en el que se tendría que determinar la plantilla necesaria para la reapertura de las tres compañías que producen en las instalaciones de Torrelavega (Sniace, Viscocel y Celltech) y dar cobertura a través de "jubilaciones dignas" al resto.