Milan ha bajado del poblado de Goljung, en las montañas del Nepal, hasta Málaga para visitar a su sobrina Meena y conocer Europa. Las costumbres, la ciudad y la religión en la que se ha criado Meena desde que fue adoptada hace nueve años por una familia malagueña le han impresionado tanto como el mar, que nunca había visto. El primer reto fue el viaje en sí mismo, ya que Milan nunca había visto un avión. Una vez aquí, Milan ha descubierto la playa, donde ha dado grandes paseos, y algo que le ha alegrado mucho, la sanidad pública, «porque en Nepal los médicos son muy caros», cuenta. Lo que más le ha sorprendido es que en España no hay muchas diferencias sociales: «Todos pueden comer y trabajan mucho. En Nepal hay unos cuantos muy ricos y muchos muy pobres». La religión es muy importante para este budista y fue con la familia a la misa del gallo, donde le regaló al sacerdote (el lama para él) el pañuelo típico de Nepal que llevó puesta toda la ceremonia. Visto el éxito, organizaron un viaje para conocer la ciudad del gran lama, Roma, pero Milan se perdió en el Metro y pasó un buen susto.