El estanque que recoge el agua que sale de la cañería acumula latas, cieno y las hojas de los árboles pudriéndose. Las algas flotan, junto a los nenúfares reverdeciendo el agua oscura. Un labrador se baña en ella entre los improperios de su dueño que le pregunta a voces cómo le va a llevar así ahora a casa.

Delante, unos soportales con helechos en sus tejas, que ocultan la cabeza del escritor para los que miran desde arriba.Pintadas en las columnas y efluvios de alcoholes digeridos y orines de can rezuman por un costado donde los mosquitos bailan con los primeros rayos de sol.

La primavera llega temprana como las flores de las magnolias que dan el único toque de color al parque. Lo demás, gris y verde. Piedra y musgo.

El suelo acumula el agua que las alcantarillas no drenan. Abajo, la zona de los niños,tomada por los perros, flanquea una pista de futbito hecha de baldosas. Y el mar, también cabreado, se esconde tras unos edificios demasiado altos.

El Parque

Ubicación: entre Torrecedeira y Pi y Margall. Antigüedad: creado en 1990 por Agustín Arca. Extensión 7.000 metros2. Carencias: papeleras, acceso para los discapacitados, limpieza. Reforma: en el año 2006. Cómo llegar: en bus, línea C 5. A pie desde Porta do Sol.