Beatriz Figueroa, una viguesa que padece cáncer, ha entregado este martes en el Congreso más de 378.000 firmas para mejorar la protección laboral de enfermos que sufren esta patología. Allí ha afirmado que la Administración deniega "al amparo de la crisis" a los enfermos más vulnerables lo que por ley se reconoce en la Ley General de Seguridad Social.

Figueroa quiere un cambio en Ley General de la Seguridad Social para mejorar la protección laboral de estos enfermos y lograr que se les pueda considerar en situación de incapacidad permanente hasta que se produzca una curación presumiblemente definitiva. "Mientras el médicos digan que estamos enfermos que la Administración no diga lo contrario", explica.

"Ni siquiera deberíamos plantearnos este cambio legislativo, porque la propia Ley General de la Seguridad Social ya establece para todos lo enfermos que si se esta incapacitado para trabajar se tiene que reconocer esa condición y, derivado de ello, reconocer unos derechos económicos como es la pensión de incapacidad permanente bien absoluta o total, revisable durante el periodo de curación que se sabe puede ser a largo y medio plazo", ha añadido.

A su juicio, se necesario que se apruebe la propuesta, que ha sido tramitada como proposición no de ley y proposición de ley por la diputada del BNG Olaia Fernández Dávila, para proteger los derechos de los pacientes en situación más vulnerable.

Difícil historia

Tras haber cotizado a la Seguridad Social durante más de 20 años, Figueroa cayó enferma estando desempleada y, después de denegarle la incapacidad permanente tres veces durante el proceso, le dieron el alta sin estar curada. Y desde que dejó de cobrar el paro, hace 32 meses, sólo percibe 426 euros con los que ha tenido que hacer frente al 40 por ciento de los gastos de sus medicinas, en virtud del nuevo copago; aunque desde hace dos meses por un cambio en el tipo del subsidio ya no debe abonar este copago.

"La Administración cree que 426 euros satisfacen las necesidades de vivienda, alimentación y vestido", se lamenta, al tiempo que recuerda que "la recuperación debe pasar por la recuperación de la vida anterior".

Su situación la llevó en enero de 2014 a iniciar una campaña a través de la plataforma 'Change.org' para apoyar una propuesta legislativa elaborada por el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidade de Vigo Jaime Cabeza, con la finalidad de solicitar un cambio normativo que ofreciera una protección especial a las personas enfermas de cáncer.

Figueroa, que afirma haber conocido durante estos días gracias a expectación mediática muchos casos como el suyo, entiende que el día de hoy "es importante" porque han llevado "las voces de 378.000 personas". "Es normal que el ciudadano responda, si no esta enfermo en este momento, cuando lo esté, el ciudadano quiere tener una protección que en este momento se nos está negando", afirma.

En su opinión, "este apoyo significa que hay muchas personas a las que el cáncer a tocado por desgracia en sus vida, familia, amigos o que quieren, que si algún día por desgracia les sucede, estar protegidos como establece la Constitución española en un Estado de Bienestar, hecho que no sucede hoy en día con las personas vulnerables".

APOYOS

Para la viguesa, que cuenta por el comento con apoyo de BNG y del PSOE, entiende que puede ser complicado conseguir este objetivo ya que "el reconocimiento de la discapacidad lleva aparejado un reconocimiento económico", y, advierte, "hoy en día todo lo que sea reconocer un derecho económico que suponga que la Administración tiene que sacar de su caja dinero es un gran problema".

La propuesta planteada establece que se considerará en situación de incapacidad permanente, en su caso una vez que haya agotado el plazo máximo de duración de la incapacidad temporal, a toda persona que haya sido diagnosticada de un carcinoma.

Asimismo, reza la propuesta, procederá esta calificación siempre hasta que se haya producido una curación presumiblemente definitiva, entendiéndose por tal la situación en la que las revisiones médicas derivadas de dicha enfermedad se prolonguen cuando menos en espacios de seis meses.