El presidente del Observatorio de la Bicicleta y concejal del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Muñoz, ha propuesto situar una nueva señalización horizontal, vertical o semafórica de "ceda el paso" de manera que la bicicleta pueda cruzar el semáforo en rojo, siempre que no interfiera la circulación de los peatones que intentan atravesar la vía, que se realice en condiciones de seguridad y que no se produzca un cruce de la bicicleta con otra vía en otra dirección.

Además, los ciclistas, en estos cruces, "nunca tendrán la prioridad, ya que esta es de los peatones", ha precisado Muñoz sobre la propuesta que trasladará en la próxima reunión del Observatorio de la Bicicleta.

Como ejemplo de las políticas que favorecen la movilidad ciclista en las ciudades, Muñoz ha citado el caso de Francia donde el Gobierno ha propuesto generalizar una medida que ya ha implantado la ciudad de París, "con un considerable éxito", que es la experimentación de una nueva señalización dedicada a las bicicletas de manera que, en algunas intersecciones, los ciclistas pueden considerar un "ceda el paso" cuando el semáforo está en rojo.

Esta propuesta se ha basado en un estudio de campo en el que se identifica que la medida "no genera nuevos conflictos ni mayor siniestralidad entre ciclistas, peatones y automovilistas, sino, muy al contrario, facilita la fluidez del tráfico de todos los usuarios y favorece que muchos ciclistas dejen de utilizar las aceras para desplazarse, ya que se le dota de más efectividad y seguridad en los desplazamientos por calzada", ha relatado.

VENTAJAS

Entre las ventajas de esta actuación ha incidido en que fomenta la circulación en bicicleta por la ciudad y los beneficios que supone para ciclistas y no ciclistas, como la menor contaminación, menor colapso y menor desgaste de la vía.

También, hace más segura la vía, tanto para el ciclista como para el conductor de vehículo a motor, ya que no se produce un arranque simultáneo al ponerse en verde el semáforo y se evitan los puntos ciegos.

Otra ventaja que ha citado es que posibilita la progresiva restricción de la circulación de bicicletas por acera puesto que favorece la rapidez y la seguridad del desplazamiento en calzada.