Andrés, más conocido en el barrio como "el uruguayo", volvía a casa de madrugada el pasado domingo tras tomar algo con un grupo de vecinos cuando se encontró de golpe con la muerte. "Habían quedado en el bar de abajo de casa y luego, cuando cerró, fueron a un pub irlandés que hay muy cerca", cuenta uno de sus amigos. A la salida muchos querían seguir de fiesta, pero Andrés optó por irse casa. Eran las 2.30 de la madrugada.

Allí lo esperaban su mujer, E., médico de profesión, y S., su hijo, que en mayo cumplirá cuatro años. Pero Andrés nunca llegó. A poco más de 300 metros del portal de su casa, en las inmediaciones de un paso regulado de peatones, alguien lo atropelló y lo arrastró 323 metros a lo largo de la calle Deyanira, en el madrileño barrio de Rejas (San Blas). Después se dio a la fuga. El cuerpo de este uruguayo de 45 años quedó tendido en la carretera durante media hora, hasta que un conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) lo vio y dio el aviso.

"Andrés medía 1'90 y pesaba más de 100 kilos. ¿A qué velocidad tenía que ir ese coche para arrastrarlo así? Hoy, después de haberlo limpiado todo, aún puede verse en el suelo una marca espeluznante", explica este amigo, muy afectado por lo sucedido."El uruguayo era muy buena persona, muy futbolero y muy buena gente. Siempre estaba por el barrio, lo vamos a echar de menos".

Los vecinos cuentan que Andrés era comercial, pero que últimamente tenía poco trabajo y que se dedicaba sobre todo a cuidar de su hijo mientras su mujer trabajaba. La última vez que se conectó al whatsapp eran las 2.36 y se calcula que en torno a las 3.00 se produjo el atropello. "La Policía está trabajando para encontrar al responsable lo antes posible. Lo estamos buscando, pero no debemos dar ninguna pista", decían este lunes fuentes de la investigación a 20minutos.

Según los vecinos, en la zona quedaron restos del vehículo. Los agentes desplazados al lugar tomaron muestras por si su análisis ayuda en la detención del conductor fugado, pero la Policía Municipal de Madrid, que es quien se encarga del atestado, prefiere ser cauta. Si lo encuentran, le imputarán previsiblemente, entre otros, un delito de omisión de socorro, que contempla penas de prisión de seis meses a 18 meses, y si el accidente se debiera a imprudencia, de seis meses a cuatro años.