La colocación de bases de antenas de telefonía móvil en las fincas, además de enfrentamientos entre los vecinos, puede traer quebraderos de cabeza mucho mayores y costosos.
El responsable de la comisión de sanidad de la Federación de Vecinos, Toni Plà, aseguró ayer que cuando una comunidad de vecinos firma el contrato para colocar la antena en su azotea «se convierte en responsable civil subsidiario, junto con la empresa, de los posibles daños psicológicos o de salud que pueda causar», en virtud de la Ley de Propiedad Horizontal.
Por ello, Plà se está reuniendo con las diversas asociaciones de la ciudad para advertir a los vecinos, «y que estudien el contrato antes de firmar, porque el seguro no cubre este tipo de daños».
Este representante vecinal explicó que «en muchos casos se han colocado sin información y sin control», como es el caso de una finca sita en la calle Maestro Bellver.
Este representante vecinal explicó que «en muchos casos se han colocado sin información y sin control», como es el caso de una finca sita en la calle Maestro Bellver.
Vecinos enfadados
En esta comunidad los vecinos están enfrentados, dijo Plà, y algunos se han movilizado, han recogido firmas y «han descubierto que la antena no tenía licencia, por lo que se ha paralizado su instalación». Muchas veces las comunidades de propietarios se dividen ante la colocación de la antena. Para instalarla, «debe aprobarse por unanimidad o con el apoyo de tres quintos de los vecinos».
Fuentes vecinales cifraron entre 200 y 300 las antenas de telefonía de la ciudad de Valencia. Barrios como Patraix, Orriols, Exposición o Monteolivete han denunciado la existencia de 29 antenas ilegales, aunque el Ayuntamiento ya dijo en marzo que no las retiraría.
Pagan hasta 12.000 euros por antena
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