La Comisión de Seguimiento de Maltravieso aprueba un protocolo de uso para garantizar la supervivencia de sus pinturas

La Comisión de Seguimiento de la cueva de Maltravieso ha aprobado un protocolo de uso con el objetivo de garantizar la conservación del conjunto de arte parietal compatible con la labor investigadora.
Cueva de Maltravieso
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GOBIERNO DE EXTREMADURA
Cueva de Maltravieso

La Comisión de Seguimiento de la cueva de Maltravieso ha aprobado un protocolo de uso con el objetivo de garantizar la conservación del conjunto de arte parietal compatible con la labor investigadora.

En una reunión celebrada este jueves en Mérida, presidida por la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Merino, y a la que ha asistido el subdirector general del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), Alfonso Muñoz Cosme, los especialistas de este organismo han presentado las conclusiones de las distintas investigaciones realizadas respecto a la conservación de la cueva, desde el punto de vista geológico, microbiológico y ambiental.

Todos los informes de los especialistas del IPCE concluyen en la necesidad de establecer ese protocolo de uso con el objetivo de frenar el deterioro que sufren las pinturas rupestres.

Entre las actuaciones permitidas en la cueva figuran los controles y registro de datos y sondas, la toma puntual de muestras para analíticas, visitas especializadas y estudios de arte rupestre, según ha informado el Gobierno de Extremadura en nota de prensa.

Cada una de estas actuaciones llevan aparejadas una limitación de tiempo y del número de personas que pueden acceder en cada momento, limitaciones que estarán sujetas a revisión en función de la evolución de los distintos estudios.

El protocolo establece la continuación del programa de registro digital de los paneles donde se encuentran las pinturas y de los parámetros ambientales a través de las sondas y medidores instalados en distintos puntos de la cavidad. Un registro que será realizado mensualmente por técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que podrán permanecer un tiempo máximo de cinco horas en la cueva.

La Consejería de Educación y Cultura seguirá dando traslado de los resultados obtenidos al Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE). Durante estas labores, el acceso está limitado a dos técnicos.

Respecto al registro digital, consiste en un seguimiento gráfico sistemático de cada uno de los paneles con arte rupestre, con el objetivo de generar un banco de archivos digitales, en imágenes y escáner 3D con carácter diacrónico, que permitan determinar posibles alteraciones en los soportes y que además puede ser utilizado como base documental para futuras investigaciones.

El protocolo también incluye la continuación de las mediciones de radón en el interior y exterior de la cavidad, de las mediciones de CO2, la realización de análisis de carácter microbiológico y geológico detallados por el IPCE, así como solicitar la colaboración de Aemet para mejorar el registro de datos atmosféricos del exterior en aspectos relevantes como precipitación, presión atmosférica y CO2.

Además, establece la realización de analíticas para caracterizar la composición de los pigmentos utilizados en las representaciones artísticas de la cavidad. De ahí que otra de las actuaciones permitidas en la cueva sea la toma puntual de muestras para analíticas.

Previa autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural, estará permitido el acceso para tomar muestras relacionadas con la investigación de la caracterización o conservación de las pinturas o de los restos arqueológicos conservados en la cavidad. Este acceso está limitado a dos jornadas al mes, con una duración máxima de dos horas por jornada y cinco personas, incluidos los técnicos supervisores.

De manera excepcional, la Dirección General de Patrimonio Cultural podrá autorizar visitas de personal especializado al interior de la cueva, como máximo una vez al mes. De este modo, especialistas de reconocido prestigio nacional e internacional podrán conocer el yacimiento en el marco de proyectos de investigación o estudios que tengan relación con Maltravieso.

Estas visitas tendrán un carácter puntual y como máximo se podrán realizar una vez al mes. El acceso está limitado a tres personas, incluido el personal técnico supervisor, por un tiempo máximo de cuatro horas.

Por otro lado, al margen de los estudios llevados a cabo por la Dirección General de Patrimonio Cultural, se podrán autorizar otras investigaciones sobre arte rupestre a equipos especializados de ámbito nacional e internacional de reconocido prestigio. Para ello, se les facilitará el catálogo completo de imágenes en alta resolución de cada una de las representaciones rupestres documentadas así como los datos relativos a las características y dimensiones de los paneles donde se localizan.

De forma excepcional, se podrá autorizar registros fotográficos o toma de datos puntuales. Como máximo se autorizará un estudio al año. La limitación para ello es de tres jornadas al mes y el acceso para un máximo de cuatro personas, incluido el personal técnico supervisor, por un tiempo de tres horas por jornada.

Informes geológicos,

Microbiológicos y ambientales

El personal técnico del Instituto de Patrimonio Cultural de España, entidad que también participa en el seguimiento de la cueva de Altamira, ha realizado los informes sobre la cueva de Maltravieso en los que se basa el protocolo de uso aprobado este jueves. Se trata de estudios geológicos, microbiológicos y ambientales cuyas conclusiones han expuesto en la reunión.

En el plano geológico, el IPCE ha estudiado las características del soporte parietal sobre el que fueron realizadas las pinturas y grabados de Maltravieso, ya que su conservación está estrechamente ligada con su estabilidad. Para ello, se han utilizado técnicas que incluyen microscopia electrónica de barrido y difracción de rayos X.

El informe concluye que, si bien las concreciones calcíticas muestran cierto grado de compacidad, no sucede lo mismo con las superficies recubiertas por aragonitos, mineral presente en la práctica totalidad de las muestras-, cuyo grado de cohesión es muy variable, especialmente en una muestra recogida en el panel principal de pinturas de la cueva donde presenta un grado de cohesión muy bajo.

Por otro lado, se ha estudiado el biodeterioro de la cueva y su incidencia en las pinturas a través de un exhaustivo análisis microbiológico, un estudio que supone la continuidad de los ya realizados en los años noventa. En las conclusiones se determina que ha disminuido la contaminación de coliformes fecales detectados en muestreos de 1996, pero que el resto de contaminantes microbiológicos presentan concentraciones muy semejantes e incluso mayores a las de ese año.

Así, es elevado el índice de contaminaciones de algas, cianobacterias, bacterias y actinomicetos, grupos que tienen capacidad para alterar el arte parietal. El informe concluye que la cueva tiene un grado de contaminación elevada favorecida por las condiciones ambientales y geomorfológicas, pero también por la actividad antrópica realizada. Por ello, recomienda el cese de la excavación y continuar con el control microbiológico para estudiar posibles tratamientos puntuales.

Respecto al informe ambiental, destaca la necesidad de establecer restricciones de uso para las actividades que supongan un riesgo físico a la cavidad, tales como golpes, abrasiones, roturas o desprendimientos.

En la Comisión de Seguimiento de la Cueva de Maltravieso participa la Consejería de Educación y Cultura, el Instituto de Patrimonio Cultural de España, especialistas en Prehistoria e investigadores del proyecto Primeros Pobladores de la Universidad Rovira i Virgili.

A la sesión celebrada este jueves se ha invitado al subdirector general del IPCE, Alfonso Muñoz Cosme, así como al director del Consorcio 'Cáceres, Ciudad Histórica', César García González.

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