La gijonesa Blanca Peterssen, impulsora de la iniciativa 'Ni un niño sin cenar', ha vuelto a hacer un llamamiento urgente a través de las redes sociales para encontrar un nuevo local donde almacenar y repartir alimento y ropa a menores necesitados después de que la dueña del primero les "echara" del mismo bajo el pretexto de que se molestaba a los vecinos por la acumulación de gente. De hecho, no les deja quedarse "ni pagando", ha indicado y ha destacado el apoyo recibido por los vecinos de ese local.

En declaraciones a Europa Press, Peterssen, que hizo inicialmente un llamamiento en la página de Facebook 'Al Platu Vendrás' para encontrar un local donde seguir desarrollando la labor de ayuda de estos dos últimos años, ha comentado que tuvo que pedir a los voluntarios de la Cocina Económica que colaboran junto a ella en el comedor social que contribuyeran a cargar todo lo acumulado en apenas 24 horas. Parte se ha repartido en mayores cantidades de las habituales a unas 25 familias necesitadas para que puedan "aguantar más días" mientras se encuentra otro local, y el resto se cargó en seis coches.

"La magnitud del proyecto es brutal", ha apuntado, al tiempo que ha indicado que en el poco tiempo que se abrió el local llegaron a recoger unas dos toneladas de alimentos, ropa y pañales, entre otras cosas, y a atender a unas 30 familias. Incluso iban a poner en marcha un programa de atención a las mujeres embarazadas en su última fase, para suministrarles cunas, pañales, biberones o mantas, por ejemplo.

Y si bien la petición de ayuda ha aumentado, también en gran suma la de voluntarios y unidos a la causa, que es que ningún niño se vaya a la cama sin cenar. Peterssen ya había alertado de que algunos niños gijoneses, aunque fueran al comedor escolar, luego por la noche no tenían cubiertas sus necesidades y tampoco los fines de semana.