No, no es duro grabar, componer cuesta un poco pero hasta que ves lo que quieres hacer. Con el disco de éxitos quise cerrar una etapa.

¿Es el sexto en solitario?

Sí y el diecisiete si contamos todo lo anterior, imagínate. Es un orgullo tener una carrera asentada. Cada vez se me reconoce más sin tener que mencionar el pasado.

¿Nunca volverá Duncan?

¿Nunca? No sé... Para nosotros fue una etapa muy bonita y quisimos cerrarla como merecía, con una muerte digna (risas). Ahora vuelven los ochenta, es como un ciclo, pero personalmente me siento en otro momento a nivel musical.

¿Más próximo a qué?

Johnny Cash, Neil Young... El sonido de discos como Harvest, muy acústico pero muy enérgico también...

¿Y piden muchas de antes?

Claro, siempre toco alguna y hay para elegir. Los éxitos nunca pesan, les tengo más cariño incluso que antes.

¿Le gusta más tocar en teatros  con el público sentado?

Sí, para tocar pero también para verlos yo. Suena mucho mejor, se aprecian detalles que en otros recintos se escapan y además, tienen un ambiente más íntimo.

El título, El Corredor de la Suerte, suena agorero, ¿no?

Quería hacer un juego de palabras que sugiriera más de lo que realmente decía. Me han dicho de todo, hay quien lo interpreta por lo de la muerte, otros como carrera de fondo. Quería que sonase fuerte, diferente... Es el primer disco con temas sociales y quería incorporarlo.

¿Puede dar más dinero componer para otros?

Pues sí, yo encantado porque me siento antes compositor que intérprete. Si pueden cantarlas otros y tienen éxito, como la canción de Los Serrano, pues mejor.

¿Eso también le libera para hacer lo que quiera en sus discos en solitario?

Siempre he hecho lo que me apetecía en cada momento.

¿Y cree en la suerte?

Por supuesto, he tenido mucha, sobre todo con Duncan Dhu. Conocer a las personas adecuadas en el momento preciso. La suerte está ahí para el que quiera cogerla, tienes que ir tras ella y que luego las cosas salgan.

* Auditorio Manuel de Falla. Paseo de los Mártires, s/n. Mañana a las 20 h. 20 euros.

BIO

Tiene 42. En el 98, terminó Arquitectura tras 14 años. Se rompió un diente en un columpio, «si lo cambiase no cantaría igual».