Ofensiva municipal contra las cacas de perro: multas, patrullas de paisano y ahora detectives

  • Los ayuntamientos madrileños emprenden campañas contra los dueños de perros que dejan los excrementos tirados en la calle.
  • Grandes ciudades de la región como Fuenlabrada o Leganés camuflan a policías para pillarlos in fraganti y las multas llegan hasta 1.500 euros en Madrid y Alcalá.
  • En Alcorcón y Parla hay equipos especiales para recoger heces, en Móstoles hay brigadas ciudadanas y Brunete llegó a enviar excrementos a sus dueños.
  • La última iniciativa se ha tomado en Colmenar Viejo: un detective privado grabará a los ciudadanos que no recojan las deposiciones de su mascota.
Un excremento canino, abandonado por el dueño de un perro en la plaza Vázquez de Mella de Madrid.
Un excremento canino, abandonado por el dueño de un perro en la plaza Vázquez de Mella de Madrid.
JORGE PARÍS
Un excremento canino, abandonado por el dueño de un perro en la plaza Vázquez de Mella de Madrid.

No hay ningún barrio de la capital ni ningún municipio de la región que se libre de la presencia de las cacas de perro en sus calles. De hecho, la cantidad de excrementos desperdigados por las aceras y parques madrileños se ha convertido en una de las principales quejas de los ciudadanos. Durante muchos años, los ayuntamientos han mirado para otro lado ante este asunto. Pero ahora la mayoría de los municipios madrileños han emprendido una ofensiva contra los dueños de mascotas que no recogen las heces de sus animales.

La última de estas iniciativas procede del Ayuntamiento de Colmenar Viejo, que ha contratado a un detective privado para que vigile a los residentes que 'olvidan' recoger los excrementos. "El detective, pagado por la empresa concesionaria del servicio de limpieza, grabará a los vecinos que no cumplen la normativa y presentará los vídeos como prueba ante la Policía. Vigilará de incógnito las calles durante determinados días, a lo largo de un año. La idea es disuadir a los dueños de los perros, que se sientan observados para que se lo piensen bien antes de dejar las heces en el suelo", explican fuentes municipales. Quienes sean pillados in fraganti se arriesgan a recibir una sanción de 750 euros. "Esta campaña no tiene afán recaudatorio, sino que intenta disuadir y concienciar", apuntan desde el Ayuntamiento.

Ante la polémica que podría generar esta medida, el Consistorio asegura que es "perfectamente legal, ya que el detective no va a identificar ni a retener a nadie; solo va a presentar los vídeos como prueba". Por su parte, diversos expertos legales también consideran que la medida es legal: "No genera ningún problema mientras se grabe en espacios públicos y abiertos, como la calle, y se avise a los ciudadanos mediante cartelería y folletos de que podrían ser vigilados. La Administración tiene derecho a realizar grabaciones para acreditar que se está cometiendo una infracción, siempre y cuando se avise y se grabe en la calle", explica el abogado Felipe Tejero. "Cualquier ciudadano puede grabar a otro en la calle para presentar una denuncia. En este caso no se atenta contra la privacidad, porque se realiza en la calle", añade el letrado José Antonio Jiménez.

Multas de hasta 1.500 en Madrid y Alcalá

El método más común de lucha contra las cacas consiste en aumentar la cuantía de las multas por dejar las deposiciones tiradas en las aceras. Entre los municipios con sanciones más elevadas están Madrid, Móstoles y Alcalá (con multas que pueden llegar hasta los 1.500 euros en el caso de los reincidentes), o Fuenlabrada (donde pueden imponer hasta 1.202 euros). Sin embargo, llegar a sancionar a los infractores no es tan fácil: en todo 2013, por ejemplo, solo se pusieron 14 denuncias en la capital. "Hay que detectarlos en el momento y, evidentemente, el que deja la caca de su perro en el suelo se esconde o lo hace cuando nadie le ve", explican fuentes municipales de Alcalá, que impuso una treintena de denuncias en 2013. Mientras, se sanciona hasta con 750 euros en Leganés, Parla, Alcorcón o Getafe. Además, el Ayuntamiento de Torrejón ha anunciado recientemente que doblará la cuantía de las multas, aunque todavía estarán entre las más bajas de la región (pasa de 100 a 200 euros).

Patrullas policiales de paisano

Ante la dificultad de descubrir a los infractores en el acto, la mayoría de las grandes ciudades han implantado brigadas específicas de policías municipales que patrullan las calles sin uniforme. Es el caso de Alcalá, Leganés, Fuenlabrada o la llamada Patrulla Verde de Alcobendas, entre otras. "La Policía Local de Barrio, nuestros agentes de proximidad, recorren las calles más problemáticas de paisano y si pillan a algún dueño de perro in fraganti se le puede multar. El objetivo no es recaudar, sino ejercer una acción disuasoria", explican en Fuenlabrada. "Desde la implantación de la ordenanza de Convivencia se han creado patrullas específicas para su cumplimiento estricto, que solo se dedican a estas labores", añaden en Alcalá.

Brigadas vecinales

Los propios residentes de muchos municipios, en colaboración con los policías municipales, están formando patrullas ciudadanas para luchar contra las cacas. En Móstoles se lleva a cabo la campaña "Mostoleños con pedigrí": vecinos particulares recorren los parques y jardines para "afear su actitud a los propietarios de perros que tienen actitudes incívicas". Otros municipios instan a sus ciudadanos a que estén alerta para detectar a otros residentes que no respetan las ordenanzas de limpieza o convivencia. Incluso les alientan para que los denuncien ante la Policía. "Revisamos habitualmente las zonas con más concentración de heces, identificadas gracias a la colaboración ciudadana", apuntan en Getafe. "Se ponen bastantes denuncias a requerimiento de los propios vecinos, que al final son los perjudicados por estos comportamientos incívicos", explican fuentes municipales de Fuenlabrada.

Equipos de limpieza especiales

Varios municipios han creado equipos de limpieza dedicados exclusivamente a la recogida de heces. Una brigada motorizada del área de Medio Ambiente de Alcorcón (conocida coloquialmente como las 'motocacas') se encarga de aspirar los excrementos que ensucian las calles. Parla también dispone de "un equipo especial que recorre con un furgón los puntos negros de la ciudad en materia de heces caninas" y los operarios de los jardines dedican todos los lunes a hacer "limpieza especial de heces en las zonas verdes más complicadas", según el Consistorio parleño. En este último municipio, además, las calles principales se han llenado de carteles elaborados por niños de la ciudad en los que recuerdan a sus mayores que deben controlar las deposiciones de los perros. "Si no ensucias tu casa, ¿por qué ensucias la calle con las cacas de tu perro?", se lee en uno de los carteles. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid destaca que ha triplicado el número de expendedores de bolsas para recoger las cacas (de 2.000 a 6.000 recipientes).

Envío de cacas a domicilio

En Brunete han llegado al punto de enviar paquetes con las cacas a los vecinos que se las habían dejado esparcidas en el suelo. Esta campaña se llevó a cabo durante una semana, con la intención de concienciar a los ciudadanos. "Un grupo de voluntarios paseaba por las zonas donde más concentración de perros había, localizaban a los vecinos que no recogían las cacas y se le enviaba el excremento en un paquete a su casa. Además, se les avisaba de que la próxima vez serían sancionados. Llegamos a enviar unos 150 paquetes y hemos notado que el número de cacas en las calles se ha reducido bastante. No descartamos volver a realizar alguna campaña similar en el futuro", explica un portavoz municipal de Brunete.

Análisis de ADN fecal

También Getafe planteó hace meses una iniciativa pintoresca: el Ayuntamiento planeaba realizar análisis de ADN a las heces de las aceras para averiguar a qué perro pertenecían, con el objetivo de multar a su dueño. "Esa idea finalmente no se ha llegado a realizar; está aparcada", aseguran en el Ayuntamiento getafense.

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