La huelga de autobuses de Alsa no tiene, de momento, visos de solucionarse. Empresa y trabajadores se reunieron este lunes por la tarde sin lograr acercar posturas. "El acuerdo para solucionar la huelga, aún está muy lejos", informó ayer a 20minutos Miguel Ángel Patiño, de UGT.

Pese al fracaso, este martes por la mañana está previsto que las partes vuelvan a sentarse en la mesa de negociación.

Además, los trabajadores mantienen la amenaza de que el paro, que empezó el 5 de marzo, continúe hasta después de semana Santa.

La huelga afecta a 40.000 usuarios del este de la región, 15.000 del norte y 10.000 de las líneas de largo recorrido que van, entre otros destinos, al norte de España. "Hemos ofrecido desconvocar la huelga, pero la empresa no da su brazo a torcer", según Patiño.

El punto disonante es lo que los trabajadores llaman el "toma y deja". "Por una sentencia judicial cuando cogemos un autobús tenemos una hora para revisarlo y otra hora para dejarlo con el depósito lleno y en perfectas condiciones. Alsa quiere reducir esos tiempos en diez y 25 minutos respectivamente", lamentó este lunes Patiño.

A cambio de que esta reorganización horario no se toque la plantilla está dispuesta a aplicarse en contrapartida una «pequeña rebaja salarial».

La empresa dice que siempre se ha mantenido dispuesta al diálogo. "La empresa sigue ofreciendo una negociación para revisar la reorganización de los tiempos auxiliares, de forma que se ajusten estos tiempos al trabajo que realmente realizan los conductores. Es decir, que se abone el tiempo que dedican a estas tareas, no que cobren por un tiempo no trabajado", según el comunicado. Alsa ha apuntado que los"actos vandálicos" desde el inicio del paro ascienden a "más de 450 ataques".