Vecinos y atletas piden medidas para evitar incivismo y aglomeraciones en la Marató

  • Se quejan de la pasividad de la Guàrdia Urbana durante la última prueba.
  • Diversos participantes orinaron en la vía pública y en los portales.
  • La organización había instalado 60 lavabos portátiles a lo largo del recorrido para unos 18.000 corredores.
Joan Pedrerny, atleta veterano, muestra la gran semejanza entre las medallas de la Marató de Barcelona de 2013 y 2014.
Joan Pedrerny, atleta veterano, muestra la gran semejanza entre las medallas de la Marató de Barcelona de 2013 y 2014.
HUGO FERNÁNDEZ
Joan Pedrerny, atleta veterano, muestra la gran semejanza entre las medallas de la Marató de Barcelona de 2013 y 2014.

Las quejas por la falta de transporte público y por el incivismo de diversos atletas han aflorado días después de la tradicional Marató de Barcelona, que se celebró el pasado 16 de marzo.

Varios vecinos de los tramos por donde transcurrió la carrera denuncian que diversos participantes orinaron en la vía pública, al lado de contenedores y árboles e, incluso, en el interior de portales de bloques de edificios ante la pasividad de la Guàrdia Urbana.

165 lavabos móviles

La organización había instalado 165 lavabos móviles, 60 de ellos a lo largo del recorrido, para dar servicio a casi 18.000 corredores incritos. «Es vergonzoso que quieran multar a quienes lleven el perro suelto y, en cambio, no hagan nada contra aquellas personas que hacen sus necesidades en la calle», se queja José María Antequera, uno de los vecinos afectados, que hizo fotos de atletas orinando en la vía pública.

En este sentido, el Ajuntament de Barcelona traslada toda la responsabilidad a la empresa organizadora del evento y añade que tendrá en cuenta estas circunstancias de cara a la edifición del año que viene. Por su parte, la organización asegura a 20minutos que están estudiando diversas medidas de cara a la próxima edición para evitar estas incidencias.

Aglomeraciones en algunas estaciones de metro

Por otro lado, la mayoría de las líneas de autobús vieron afectado su funcionamiento por la celebración de la Marató. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) afirma que  reforzó el servicio de metro de las líneas 1 y 3 con más trenes. Sin embargo, esto no ha evitado las quejas de los ciudadanos que formaron parte del público y de los atletas, que señalan fuertes aglomeraciones en algunas estaciones de metro, como  en Glòries. TMB, en cambio, considera que es lógico que se produzcan acumulaciones puntuales de pasaje ante este tipo de acontecimientos.

Algunos corredores han denunciado que TMB no permitió que aquellos que no acabaran la carrera pudieran utilizar el transporte público gratis. Se da la circunstancia de que muchos participantes tenían sus pertenencias en las taquillas de la Pl. Espanya. Si por lo que fuera no podían acabar la carrera, la única forma que tenían de llegar hasta allí era andando varios kilómetros, ya que la mayoría de los atletas no corren con la tarjeta de metro en el bolsillo. TMB considera que un servicio de este tipo debe ser sufragado por la organización.

«Tras todo el esfuerzo, me dan la misma medalla que en 2013»

«Despúes de todo el esfuerzo para acabar la carrera, me dan la misma medalla que en 2013». Así resume su indignación Joan Pedreny, un corredor de 72 años que hace unos días participó por 19ª vez en la Maratón de Barcelona. Si bien se aprecian algunas diferencias, lo cierto es que las medallas de 2013 y 2014 que tiene son muy similares. Además, el veterano atleta denuncia que en el dorsal de este año figuraba 2013 en vez de 2014.

«Nunca me había encontrado con una situación igual, me sentí muy decepcionado», lamenta Pedreny, quien ha corrido a lo largo de su vida por ciudades como Nueva York, Atenas y Berlín. Desde la organización de la Marató,  aseguran que tanto la medalla como el dorsal se rediseñan cada año.

En el caso del dorsal, admiten que hubo un error y, en vez de indicar 2014, está escrito 2013. Y respecto a la medalla, aseguran que si algún participante recibió una medalla de la edición anterior se debió a un problema de logística, pero que se le cambiará por otra de la edición vigente. Por su parte, Pedreny se queja del precio de la inscripción a la Marató que, según la antelación con que se hiciera, llegó a costar 84 euros, y de los pocos servicios que reciben. No obstante, Pedreny sigue animado: «A pesar de la organización, volveré a correr el año que viene».

Mostrar comentarios

Códigos Descuento