Jesús Ramírez, afectado por el 11-M: "Todo está hecho una mierda, pero la sociedad es ejemplar y solidaria"

  • Jesús Ramírez cogió uno de los trenes de la muerte del 11-M en la estación de El Pozo.
  • Continúa con importantes secuelas físicas y psicológicas.
  • No pierde la esperanza de recuperar algún día la normalidad, aunque reconoce que debe acabar el juicio, al que ha sido citado como testigo.
  • Sigue el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.es
Jesús Ramírez, víctima y vicepresidente de la Asociación de Afectados del 11-M. (Jorge París)
Jesús Ramírez, víctima y vicepresidente de la Asociación de Afectados del 11-M. (Jorge París)
Jorge París
Jesús Ramírez, víctima y vicepresidente de la Asociación de Afectados del 11-M. (Jorge París)

Cuando echarse el desodorante se convierte en toda una aventura a consecuencia del dolor físico, o la mente te juega malas pasadas un día sí y otro también evocando imágenes infernales, hay que ser muy valiente para seguir adelante.

Si además de esto vas por la vida con una sonrisa permanente en la boca, la valentía se convierte casi en heroicidad.

Ésta es la sensación que transmite Jesús Ramírez, víctima de las explosiones y vicepresidente de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo: la de un coraje extremo.

Ni la metralla que todavía queda en su cuerpo ni los infinitos dolores que le acompañan desde hace tres años impiden que Ramírez, a quien es difícil no tutear, pierda el optimismo.

P. ¿Cómo te encuentras?

R. Bueno, estoy un poco delicado, la verdad. Ahora me estoy recuperando de mi última intervención en la rodilla derecha. También estoy rehabilitando los brazos, y pendiente de una tromboflebitis -coagulo en una vena- y de un neumotórax -perforación en el pulmón-.

Para mí, el simple hecho de echarme el desodorante por las mañanas es toda una aventura. Pero intento no quejarme, no puedo estar molestando a mi familia todo el rato.

También continúo con las sesiones de psicólogo.

P. De verdad. ¿No te cansas de que los periodistas te demos tanto la lata?

R. Hacéis un trabajo fundamental, entiendo perfectamente vuestra labor. A mí me gusta muchísimo el periodismo.

P. Pero a muchas víctimas les duele que se les recuerde el atentado y que se les enseñen las imágenes...

R. El testimonio de los afectados y las imágenes son muy importantes para que la sociedad sepa lo que pasó aquel día en aquel lugar. Sucedió lo que sucedió, y todo el mundo tiene el derecho de saberlo.

Además, para mí es una terapia recordarlo. No viene nada mal, créeme.

P. Cuéntame entonces cómo viviste tú aquella mañana de marzo de 2004.

R. Como cada día, me levanté a las 6.45. Me arreglé, compré el periódico y me fui a la estación de Cercanías de El Pozo. Cuando llegó el tren, me dirigí hacia la segunda planta de uno de los coches.

Una vez allí, y justo cuando me dispuse a sentarme, se produjo una primera explosión. De repente me vi sentado encima de un señor de la planta de abajo. Yo, como si nada, le pedí perdón. No sé en qué estaría pensando.

En eso, se produjo una segunda explosión. Ahí perdí el conocimiento. El atentado me dejó muy grave, y desde entonces salgo de una operación para entrar en otra.

P. Lo recuerdas con mucha claridad.

R. Aún hoy intento, en ocasiones, recordar algunas imágenes de aquel día por duras que me resulten. Otras veces se plantan en mi cabeza sin previo aviso.

P. ¿Se llega a superar de alguna manera algo así?

R. Esto es difícil de superar. Hay 2.000 elementos que te lo recuerdan a diario: manifestaciones, prendas, colores, olores, etc. Pero yo no pierdo la esperanza de superarlo algún día.

P. ¿Qué necesitas para pasar página?

R. Que se acabe el juicio, al que he sido citado en calidad de testigo. Esto me permitirá empezar a hablar de otras cosas.

P. ¿Te sientes decepcionado por los políticos?

R. Los políticos son políticos, sin más. Lo que sí deberían es esforzarse por tener una unidad total, por encima de cualquier partidismo. Hay discrepancias que son incomprensibles, como también lo es la actitud de algunos sectores.

P. Algunas víctimas tienen la sensación de que la sociedad no las arropa. ¿Es éste tu caso?

R. El comportamiento de la sociedad está siendo ejemplar con los afectados por el 11-M. Tenemos una sociedad tremendamente solidaria, y es justo y necesario reconocerlo en un momento en el que todo está hecho una mierda.

P. ¿Qué vas a hacer el domingo?

R. Me iré a la sierra para desconectar. Quiero alejarme un poco de todo esto. Intentaré dar un paseo, a ver si puedo.

Sigue el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.es

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