A Benedicto XVI no le gusta el rock

  • El actual papa publica un libro la semana próxima sobre la figura de su antecesor.
  • En él se cuentan las discrepancias que ambos tuvieron acerca de la figura de Bob Dylan, quien debía cantar en Bolonia en setiembre de 1997.
  • Para Ratzinger, Dylan es un "profeta popular".
  • El papa cree que el rock es una "expresión de las pasiones primarias".
  • Juan Pablo II no le hizo mucho caso y Dylan pudo cantar en la clausura de un congreso eucarístico.
Fotografía de archivo, tomada el 22/12/03, de Juan Pablo II con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, durante una reunión con la Curia vaticana.
Fotografía de archivo, tomada el 22/12/03, de Juan Pablo II con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, durante una reunión con la Curia vaticana.
Archivo
Fotografía de archivo, tomada el 22/12/03, de Juan Pablo II con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, durante una reunión con la Curia vaticana.
Benedicto XVI confiesa en un libro que se conocerá la semana próxima que sus gustos musicales son muy distintos a los de su antecesor.

Concretamente, el actual papa y Juan Pablo II discreparon acerca de la figura de Bob Dylan.

El semanario Familia Cristiana, que con más de un millón de copias es la revista más vendida de Italia, publicará en su edición de la semana que viene el libro Juan Pablo II, mi amado predecesor, escrito por Benedicto XVI.

La anécdota sobre Dylan demuestra lo diferentes que son los estilos de los dos pontífices, y la visión más tradicionalista de Benedicto XVI, quien considera al rock como "expresión de las pasiones primarias".

En el libro, como informa el diario argentino Clarín, Benedicto XVI cuenta que se opuso a que Dylan cantara ante 300.000 jóvenes en septiembre de 1997 con motivo de la clausura del Congreso Eucarístico Nacional en Bolonia.

Ratzinger dice lo siguiente en el libro: "Había razones para ser escépticos. Yo lo era y en un cierto sentido lo soy aún. Dudo de que fuera justo hacer intervenir a este género de profetas populares".

Juan Pablo segundo no le hizo demasiado caso y Dylan pudo cantar esa noche tres canciones, entre otras su célebre "Blowing in the wind".

Al terminar, Juan Pablo II, más consciente de la importancia de dotar a la Iglesia de un cierto halo de modernidad, cogió las manos de Dylan y ambos se saludaron afectuosamente.

El pontífice, además, parafraseó la letra de "Blowing in the wind" para delirio de los allí congregados.

Vuelta a los cantos gregorianos

Benedicto XVI es más amigo de la música clásica y en concreto de la música litúrgica.

El Papa quiere deshacer la reforma litúrgica de Pablo VI y reintroducir estos cantos en las misas e iglesias.

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