Qué supone y qué posibilidades abre la creación del primer cromosoma artificial

  • Expertos explican que es como disponer de "un Lego" con "infinitas posibilidades" para desarrollar vacunas, alimentos o antibióticos.
  • Este "avance técnico" permitirá en el futuro corregir desde deficiencias genéticas.
La creación del primer cromosoma sintético supone un paso de gigante hacia la creación de vida artificial.
La creación del primer cromosoma sintético supone un paso de gigante hacia la creación de vida artificial.
NYU Langone Medical Center
La creación del primer cromosoma sintético supone un paso de gigante hacia la creación de vida artificial.

La fabricación del primer cromosoma sintético es comparable a disponer de "un Lego" con "infinitas posibilidades" con el que desarrollar cualquier aplicación (vacunas, alimentos o antibióticos) y pasar en el futuro de la "manufactura artesanal" en los laboratorios a "una cadena de montaje industrial".

Un equipo científico multidisciplinar de Estados Unidos y Europa, liderado por Jef Boeke de la Universidad de Nueva York, ha logrado por primera vez producir un cromosoma sintético en una célula compleja de levadura, "un paso relevante" que abre infinitas puertas, según diferentes investigadores.

Aunque desde los 80 se trabaja en esta rama de la ingeniería genética, el éxito de estos científicos reside en el logro de "un sistema estable": han fabricado "un Lego" donde se pueden quitar o poner piezas a conveniencia, según el catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Bautista, y el jefe de la Unidad de Genómica del Instituto de Salud Carlos III, Ángel Zaballos.

Este "avance técnico" permitirá en el futuro corregir desde deficiencias genéticas (dice Zaballos) a producir nuevas variedades de antibióticos (afirma Bautista) o modificar proteínas que acaben con el problema de los celíacos, añade Bernardo Schvartzman, profesor del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Coinciden los tres investigadores en que el trabajo internacional simplificará el trabajo y "resultará muy fácil introducir nuevos elementos o bien eliminarlos". En palabras del catedrático José Manuel Bautista, este desarrollo científico tiene cierto paralelismo con la construcción del primer coche Ford T en una cadena de montaje: a partir de ahora el investigador podrá decidir si quiere fabricar un coche deportivo, uno familiar etcétera y, además, hacerlo a escala.

Según Schvartzman, cuyo laboratorio también trabaja con cromosomas artificiales de levadura, pero desde una estrategia distinta, el equipo internacional ha retirado los elementos que consideraron superfluos (ADN "basura") y han dejado "lo mínimo necesario para que el cromosoma sea funcional".

¿Y ahora qué?

"Ahora hay que ver lo estable que es y eso requiere más experimentos", añade el profesor de investigación del CSIC, que coincide con Zaballos y Bautista acerca de la dificultad de saber con cuánta rapidez se trasladará todo esto a la industria.

El interés más inmediato, de acuerdo con Bautista, será la biotecnología, "se podrán producir, por ejemplo, organismos que degraden compuestos más rápidamente que la Naturaleza (vertidos de hidrocarburos, productos de minería...), moléculas de síntesis compleja usadas en terapéutica o nuevas variedades de antibióticos que acaben con el problema de la resistencia a los microorganismos".

En definitiva, subraya Bautista, es un paso importante porque a partir de habrá muchos equipos que se les ocurran nuevas ideas; se ha abierto un abanico de "infinitas posibilidades".

Este cromosoma nuevo, uno de los muchos que tiene la levadura, abre la puerta a saltar desde la levadura a una especie más compleja, concluye el profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

La investigación, publicada en la revista Science, ha contado con la colaboración, durante siete años, de científicos de Estados Unidos y Europa.

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