El concejal de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de Gijón, Carlos Rubiera (Foro), ha destacado la obra "especialmente sugerente" del escultor y pintor asturiano José María Navascués, fallecido en 1979, sobre todo en lo que se refiere al trabajo con la madera.

Así lo ha indicado en la presentación de la 'Caja para matar vampiros', adquirida por el Museo Casa Natal de Jovellanos para añadir a la colección que ya tiene de este arista, que es la más importante y numerosa. Con esta obra completa el conjunto de los llamados "objetos escultóricos", compuesto por cajas, armas y cascos, y que fue realizado por Navascués en la segunda mitad de los años 70.

La 'Caja para matar vampiros' dispone de unos huecos forrados en cuero que contienen una estaca y un martillo para matar vampiros. Con esta obra, según el Museo, Navascués enfrenta "el carácter trágico de su significado con la belleza formal y la delicada ejecución de toda la pieza".

A esta etapa se ha referido durante la presentación el también artista asturiano Alejandro Mieres, que conoció personalmente a Navascués. Para él, este último es uno de los más importantes artistas no solo de Asturias, sino de España, Europa y todo el mundo. "Si hoy no se le valora suficientemente es porque no expuso mucho", ha opinado, a lo que ha añadido que dominaba el arte de manejar la madera, hasta el punto de patentar su propio sistema.

Mieres ha contado algunas facetas personales de Navascués, como es su fascinación en la última etapa de su vida por la parapsicología, como prueba es esta 'Caja para matar vampiros'. "Había perdido el Norte con la parapsicología", ha indicado Mieres, quien ha desechado que Navascués se suicidara, sino que más bien el artista estaba convencido de que volaba. "No sé suicidó, voló, voló mal, pero voló", dijo sobre las causas de su muerte.