Pensaré que han querido dejar lo mejor para el final.

¿Qué temas ha preparado para hoy?

No lo sé porque no he empezado a trabajar, pero seguramente la actualidad me guarde alguna joyita, como Irak o alguna otra parte del mundo con mucha guerra.

¡Qué tristeza!

Siempre me toca los temas más desagradables, la verdad.

No se queje. Por lo menos no se mueve del estudio para hacer las crónicas.

¿De verdad te crees que las imágenes que salen detrás de mí son falsas?

Usted lo ha dicho, imágenes.

Quería decir planos, vistas de las ciudades a las que viajo.

¿Sería capaz de irse a la guerra como reportero?

No sería capaz (risas). Yo soy cómico.

Debe ser duro hacer humor con temas tan delicados.

El humor negro es así de duro, porque cala.

Fue duro sustituir a Richard Collins More...

Duro no. Él lo hacía de maravilla, por eso nunca intenté imitarlo. He pretendido hacer las cosas a mi forma.

Era uno de los preferidos de Eva Hache, y se le notaba.

No creo que tenga preferidos. De todas formas, la distancia une. Los demás colaboradores se sientan frente a ellas. Nosotros no.

¿También le tiene un cariño especial a usted?

A mí, ¡qué va! Nos llevamos muy bien, pero no soy su ojito derecho.

¿Cuál es su personaje preferido de la actualidad internacional?

El presidente boliviano Evo Morales. Es diferente al resto, tiene algo. Creo que es ese pelado a la taza que lleva.

Y Bush...

Ése es otro cantar. Dice tantas tonterías...

¿Los tontos tienen suerte?

Sí, aunque el poder los vuelve más tontos aún.

¿Es de tontos ver la televivión?

Es de tontos decir que no la ves. Todos vemos la tele, a mí me encanta, pero queda de culto decir que no la ves.

¿Qué programas le gustan?

Me llamo Earl, en La Sexta.

Otra de sus pasiones es Salamanca.

He vivido allí muchos años y me unen muchos lazos.

¿Es cierto el buen ambiente de Cuatro?

(Risas.) Nunca he estado en otra redacción, pero sí que hay buen ambiente.

Bio

Nació en Barcelona hace 39 años. Está casado y dice que no tiene ningún hijo reconocido. Sus aficiones, «comer, comer, comer... Y reírme de todo lo que puedo»