Cuando Kamryn Renfro, de nueve años, decidió afeitarse la cabeza en solidaridad con su amiga y compañera de colegio Delaney Clements, enferma de un neuroblastoma (una forma de cáncer infantil), le pareció una idea genial. Eso haría que su compañera se sintiera mejor al ir a la escuela, donde "todos la miraban" por no tener pelo.
Sin embargo su escuela, la Caprock Academy de Colorado (EE UU) no dudó en expulsarla y en decirle que no podría volver a las clases a menos que se pusiera una peluca o hasta que el pelo le volviera a crecer. La escuela tiene unas arcaicas normas de conducta y vestimenta que impiden expresamente que las niñas acudan con la cabeza rapada, o que se tiñan el pelo una vez iniciado el curso, supuestamente "para promover la seguridad , la uniformidad y un entorno sin distracciones para los estudiantes de la escuela".
A pesar de que los padres de la niña avisaron al colegio de las intenciones y el motivo del cambio, la escuela denegó la entrada a la pequeña. Sin embargo, el caso se ha convertido en todo un fenómeno en Estados Unidos y la escuela ha tenido que dar marcha atrás y permitir que Kamryn acuda a la escuela rapada, a la vez que anunciaba que "revisará" en la junta escolar el código de vestimenta.
"Yo estaba muy emocionada porque tendría a alguien que me apoyara y yo no estaría sola con la gente que siempre se reía de mí", dijo la pequeña Clements a la cadena KDVR, explicando su decepción cuando le negaron la asistencia a su amiga Kamryn.
Sin embargo, la solidaria niña por fin pudo acudir: Se levantó por la mañana, se preparó y mantuvo la cabeza alta mientras entraba en aula esta mañana. Decir que su padre y yo estamos orgullosos, es una subestimación total", escribía la madre Kamryn en Facebook.
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