La plaga del picudo rojo, el escarabajo que devora las palmeras hasta matarlas, sigue haciendo estragos en la ciudad de Valencia.

Su última víctima ha sido una palmera canaria de unos 100 años de antigüedad ubicada en los históricos jardines de la Glorieta.

Según han informado a 20minutos fuentes sindicales, los técnicos de la contrata municipal se vieron obligados a talarla el pasado viernes tras fracasar los diversos tratamientos a los que se le había sometido para  recuperarla.

Y es que este ejemplar está recogido dentro del catálogo de árboles y palmeras monumentales con "protección genérica". Las mismas fuentes han  asegurado que el resto de ejemplares de este jardín no están afectados por el escarabajo y que se encuentran en perfecto estado.

El Ayuntamiento de Valencia inició un plan para frenar el avance de la plaga en abril de 2009, tras detectar un par de palmeras infectadas. Desde la Concejalía de Parques siempre han insistido en que está controlada y que el número de palmeras afectadas hasta ahora ronda las 189, es decir, un 1% de las 18.913 existentes en el suelo público de la ciudad, según recoge el último anuario estadístico de la ciudad.

Sin embargo, lo cierto es que la tala de ejemplares no ha remitido desde entonces. Sin ir más lejos, el pasado mes de enero se talaron las nueve palmeras del polideportivo municipal de Monteolivete.

En este sentido, gran parte del problema de la propagación de la plaga viene por la falta de actuación en las palmeras ubicadas en solares o parcelas de propiedad privada, que carecen de tratamiento preventivo por su alto coste y que hace que estos escarabajos voladores se propaguen con facilidad por las palmeras ubicadas en parques y jardines públicos, a pesar de los esfuerzos del Consistorio por combatirlos.

Según el último informe de la Generalitat difundido en 2012, la plaga del picudo rojo había afectado hasta ese año a 7.200 palmeras en la Comunitat Valenciana y había obligado a destruir 7.056 de esos ejemplares infestados porque su grado de afectación las hacía irrecuperables. A las 144 restantes se les estaban aplicando tratamientos.