El cineasta Pablo Berger, que este sábado recibe el Premio Eloy de la Iglesia-La Opinión de Málaga de la decimoséptima edición del Festival de Málaga. Cine Español, ha asegurado que hace tiempo que perdió "el pudor" y que cada vez que hace un filme realiza "un desnudo integral, un 'striptease'". Además, ha añadido que este país le ha permitido hacer "poquitas" películas, pero sin tener que censurarse.

"Los que nos dedicamos a la creación tenemos que ser capaces de exponernos y en la siguiente cinta lo voy a hacer y lo voy a dar todo", ha dicho, al tiempo que ha explicado que "siempre planteo mis películas como si tal vez fueran las últimas y así lo voy a hacer para mi tercera cinta".

No obstante, ha señalado en rueda de prensa que a la hora de crear su nuevo trabajo "puede existir presión", pero ha dicho "estar preparado" porque "se aprende más del fracaso que del éxito". Por otro lado, ha resaltado que siempre ha hecho "lo contrario de lo que todo el mundo pensaba que tenía que hacer".

Nuevos proyectos

Preguntados por si tiene algún nuevo proyecto, el cineasta bilbaíno ha reconocido que hace un mes que ha vuelto a escribir, ya que llevaba un par de años que se había dedicado a hacer películas y promocionarlas.

"He vuelto al gimnasio de la escritura", ha manifestado, reconociendo que le cuesta hablar de los proyectos cuando no están materializados, en tanto que "siento que estoy traicionando a mis personajes".

Ha afirmado, no obstante, que le gustaría pensar que su siguiente proyecto, como los demás, "sea como una película hermana". "Me gusta pensar que mis cintas tienen emoción, humor y sorpresa, que son los ingredientes que tiene que tener un guiso cinematográfico", ha aseverado.

En este punto, Berger ha insistido en que cuando comienza a escribir un proyecto lo hace "como si fuera un músico de jazz: empiezo a improvisar y me dejo llevar".

DIFICULTAD

Por otro lado, el director de 'Blancanieves' ha admitido que lo ha tenido "difícil" en todos los proyectos, aunque también ha reconocido que ha disfrutado "cada día" y ha continuado escribiendo y viviendo.

"No sé lo que voy a tardar —en hacer un proyecto nuevo—, me gustaría pensar que va a ser un poco más fácil, aunque siempre es difícil levantar una película", ha agregado, precisando, en este sentido, que, "en un mundo ideal", ese tiempo serían unos tres años.

Ha resaltado que "mis proyectos nunca van por la autopista", explicando, al respecto, que "en una primera lectura pueden parecer anticomerciales". "Siempre voy por carreteras secundarias, pero, cuando se acerca el estreno, me gusta meterme en la autopista", ha comentado.

Por otro lado, ha asegurado que continuará haciendo publicidad, porque "para los directores es un tiempo que ganas para desarrollar" y ha indicado que ahora "es el mejor momento para producir audiovisuales" porque "nunca se ha consumido tanto". "Tu limitación eres tú mismo", ha sentenciado, reconociendo que "siempre veo la luz al final del camino".

Premio y festival

Sobre el premio concedido en el certamen malagueño, Berger ha indicado que "supone mucho" recibirlo y ha recordado que coincidió en varias ocasiones con Eloy de la Iglesia, al que "admiro muchísimo porque era un director con unos proyectos arriesgados".

Por último, acerca de esta cita con el séptimo arte, ha apuntado que "Málaga es mi festival" porque "fuisteis los que me disteis la alternativa con 'Torremolinos 73' —triunfó en la sexta edición del certamen malagueño—". "Lo maravilloso es que lo he visto crecer; para mí, es el punto de encuentro del cine español", ha concluido.