El arquitecto del Ayuntamiento de Villaescusa, Pedro Aguayo, ha afirmado que ni el Parque de la Naturaleza de Cabárceno ni ninguno de sus más de 30 edificios, a excepción de las taquillas, tiene licencia ya que, desde 1978 que él ocupó este cargo municipal, no le "consta" que se hayan hecho trámites para la adquisición de las mismas.

Cuestionado sobre si en sus años de ejercicio como arquitecto municipal nadie le ha solicitado licencias para las edificaciones del Parque, Aguayo ha dicho "mucho me temo que así ha sido" y que "nadie" ha pedido ninguna licencia a lo largo de todos los años que lleva en funcionamiento Cabárceno porque él no ha emitido informes "ni favorables ni desfavorables" en ningún momento.

Este arquitecto ya jubilado, que ha declarado este jueves como testigo en el juicio contra el exconsejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano, y el exdirector de Cantur Diego Higuera por la construcción de la Casa de los Gorilas, también ha indicado que "lo único" para lo que le "suena" que se solicitó licencia fue para la reubicación de las taquillas —actuación ejecutada durante el mandato de Marcano, según ha indicado éste a los periodistas en los pasillos—.

Así ha afirmado que el propio Parque de Cabárceno "no" tiene licencia y en "la misma" situación también se encuentran edificios como la cafetería o el aula ambiental. "Lo mismo que el resto", ha apostillado el arquitecto de Villaescusa, término municipal en el que se encuentra ubicado esta parque de la naturaleza de Cantabria.

Ya sobre la Casa de los Gorilas, ha explicado que él emitió un informe previo "favorable" a la construcción de la misma porque al Ayuntamiento "no le parecía mal" ya que era una actuación de "interés público", pero ha señalado que la autorización del uso del suelo, de categoría no urbanizable por ser especial interés minero, debía darla la Comisión Regional de Urbanismo.

Durante la cuarta jornada de este juicio, Aguayo ha insistido en que el Ayuntamiento "no tiene competencia" para dar esa autorización, que finalmente fue otorgada por la Comisión, sino que su intervención es posterior y se centra en la concesión de la licencia para llevar a cabo la obra.

En este sentido, ha afirmado que no concedió la licencia al proyecto de la Casa de los Gorilas porque la altura, de entre ocho y nueve metros, y la cubierta del edificio "incumplían la normativa urbanística" municipal en materia de aleros y cubierta.

Además, ha asegurado que se dio un plazo para corregirlos pero, como "no se subsanaron los defectos", él continúo sin dar la licencia para la obra de esta edificación en 2006 por la que la Fiscalía acusa a López Marcano e Higuera de un delito continuado de prevaricación administrativa por el que pide nueve años de inhabilitación para cargo público para cada uno de ellos.

"ojalá" se hicieran "más obras como ésta"

Por otro lado, ha declarado el exdirector de Cabárceno Miguel Oti, que ha considerado que "ojalá" se hicieran "más obras como ésta" en el recinto porque, ha asegurado, la Casa de los Gorilas fue "beneficiosa" para el Parque como demostraron las cifras de visitantes de los años 2007 y 2008 tras su inauguración.

"Creo que el recinto de los gorilas es la estrella de Cabárceno", ha opinado Oti, que ha destacado que el parque cántabros es reconocido a "nivel mundial" no por tener gorilas sino por haber logrado formar una familia de esta especie en peligro de extinción.

El exdirector de Cabárceno ha explicado que, desde que ocupó el cargo a finales de 2003, ya oyó hablar de las intenciones de traer estos primates como un "estímulo" para incrementar los visitantes del parque, que se habían estancado entre los 550.000 y los 600.000 anuales.

Tras contactos para la adquisición de una pareja a un zoo de Inglaterra, opción que se desestimó porque "pedían mucho dinero" —unos 3 millones de euros—, Oti ha indicado que una fundación que trabaja con animales en peligro de extinción les propuso en abril de 2006 la cesión de los animales siempre y cuando "se hiciera un edificio acorde con el parque y con la especie".

De forma inmediata comenzaron los trámites para la construcción de ese recinto ya que, según ha explicado, un técnico de Cantur —ya fallecido— le dio en mayo de 2006 la "buena noticia" de que había acudido al Ayuntamiento de Villaescusa a solicitar la licencia de obra. En este punto, la acusación ha cuestionado cómo se solicitó la licencia en esa fecha si el proyecto de obra se realizó dos meses después, en julio.

Participación del arquitecto y cambios en el proyecto

Aunque ha asegurado desconocer si esa licencia finalmente se concedió o no, ha relatado que, desde el comienzo de las obras, el arquitecto Eduardo Fernández Abascal participaba "muy activamente" en el proyecto. "Había semanas que iba diariamente a la obras", ha añadido.

Durante los trabajos, ha admitido que se hicieron modificaciones en el proyecto a petición de la fundación que cedía los primates, cambios en el sistema de calefacción o la eliminación de los baños, la cafetería y la tienda de la Casa de los Gorilas y su ubicación en un edificio anexo.

La fundación consideraba "importante" esta separación y el propio Oti, que además es veterinario, también creía "recomendable" la separación de usos. Sobre la ejecución de las obras, ha explicado que debían hacerse "lo antes posible" porque la fundación que cedía los gorilas iba a "agilizar" el movimiento de una pareja de Madrid, donde se encontraban "separados y sin estar cara al público", a Cabárceno.

"No había urgencia de hoy para mañana pero sí que cuanto antes estuviese el centro mejor", ha dicho el exdirector del parque, que ha enfatizado que si no se "cumplían los plazos", cabía la posibilidad de que la fundación diese la pareja de gorilas a otro zoológico.

Oti ha indicado que desconoce si se publicitó la obra o cómo se contrató a las empresas que la realizaron. "Yo en eso no tenía nada que ver", ha añadido. Finalmente, ha asegurado que "nadie" le dijo "nunca" que la Casa de los Gorilas se tuviese que hacer rápido para que estuviese concluida de cara a las elecciones.

Representante de cenavi

En esta cuarta sesión del juicio contra López Marcano e Higuera, también ha declarado el exrepresentante legal de la constructora Cenavi, que presentó oferta para la ejecución de las obras. Éste ha corroborado lo que otros testigos han dicho en las anteriores jornadas, que la "forma habitual" conocer las obras de Cantur era "o que te invitaba a ofertar" la propia empresa pública o "te informaban otras personas".

Este testigo ha asegurado que para conocer si Cenavi había resultado adjudicaría o no del proyecto de Cantur al que había presentado presupuesto, la propia empresa tenía un "sistema" de seguimiento de la oferta, de forma que "cada cierto tiempo" se llamaba para saber cómo estaba el proceso y si la oferta presentada era "buena", hasta conocer la adjudicación.

El exrepresentante de Cenavi, empresa en la que trabajó durante 31 años, ha indicado que recuerda que "siempre" se ha hecho así, un sistema por el que, además, la constructora ya realizó alguna obra para Cantur en los ochenta en la zona de Brañavieja.

El juicio, que se celebra en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), en Las Salesas, continuará este viernes, 21 de marzo, con más testificales y está previsto que concluya el día 25.