La Comunidad inmovilizó en 2013 más de 270.000 unidades de productos por no cumplir la normativa vigente

La Inspección de la Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía, dependiente de la Consejería de Industria, Empresa e Innovación, inmovilizó en 2013 un total de 270.000 unidades de productos que no cumplían la normativa vigente. Todo ello, después de las alertas generadas por la propia Comunidad Autónoma, por el Estado, la Unión Europea o las denuncias de los propios ciudadanos.
Ballesta y Alarcón
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EUROPA PRESS
Ballesta y Alarcón

La Inspección de la Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía, dependiente de la Consejería de Industria, Empresa e Innovación, inmovilizó en 2013 un total de 270.000 unidades de productos que no cumplían la normativa vigente. Todo ello, después de las alertas generadas por la propia Comunidad Autónoma, por el Estado, la Unión Europea o las denuncias de los propios ciudadanos.

Así lo han hecho saber la directora general de Consumo, Comercio y Artesanía, María Dolores Alarcón, acompañada del consejero de Industria, Empresa e Innovación, José Ballesta, en una rueda de prensa ofrecida para dar a conocer el programa de actividad inspectora en materia de consumo, con el objetivo de proteger la seguridad, la salud y los intereses económicos de los consumidores.

Alarcón ha justificado que el elevado número de productos inmovilizados se debe a que, en muchas ocasiones, se trata de pequeños objetos que están a la venta. Los inspectores de la Dirección General se desplazan a los establecimientos y, si verifican que no cumplen con la normativa, proceden a su inmovilización.

Normalmente, estos productos se destruyen si no cumplen la normativa, y si son productos alimenticios, en ocasiones se reparten a centros de personas con necesidades, que trabajan con discapacitados, u organizaciones humanitarias como Cáritas o Cruz Roja.

En este sentido, ha señalado que el 80 por ciento de las quejas y denuncias recibidas por la Dirección General de Consumo se deben a tarifas de telefonía móvil.

En 2013, añade, la inspección de Consumo desarrolló también una campaña importante sobre las denominaciones del aceite, porque en muchas ocasiones detectó un incumplimiento y "lo que se vendía como aceite extravirgen era aceite de oliva, pero a lo mejor solo extra o no era virgen, o la calidad era inferior".

En 2014, Alarcón ha detallado que la Dirección General de Consumo va a realizar diez campañas destinadas a supervisar productos alimenticios. En concreto, llevará a cabo una campaña de control general sobre el control de normas y etiquetado; otra sobre alimentos transgénicos; sobre etiquetado ecológico; sobre pastas rellenas y platos preparados y conservas de carne; legumbres secas como garbanzos, habichuelas y lentejas; los quesos fundidos; pistachos; vinos; bacalao seco; mazapanes y turrones.

Asimismo, la Inspección de Consumo realizará ocho campañas para supervisar productos no alimenticios, entre las que se encuentra una de tipo general para evaluar el cumplimiento de las normas. Asimismo, inspeccionará juguetes eléctricos y con pilas dirigidos a niños menores de 36 meses; los productos cosméticos y de belleza en establecimientos de precios reducidos; las toallitas higiénicas; calzados para adultos; las prendas de vestir; los mordedores con líquido para bebés; y los juguetes para hacer pompas.

Además, ejecutará tres campañas de inspección de servicios, encaminadas a analizar el alquiler de vehículos, la reparación de electrodomésticos y los centros de depilación láser. Todo ello sin perjuicio de aquellas campañas que se realicen en base a alertas emitidas por la Unión Europea, por el Estado o por otras comunidades autónomas.

Entre las campañas de inspección de la Dirección General de Consumo quedan excluidos los fármacos, los animales y las alertas radiológicas, que dependen de otras direcciones generales de la Comunidad Autónoma.

Alarcón ha explicado que los productos inspeccionados varían de un año a otro, y en 2014 no se ha repetido ninguno, salvo "algunas pastas o rellenos de pastas", ya que hace dos años "hubo una alerta sobre determinados productos que no eran tóxicos, sino que el tipo de carne no respondía a las mezclas y al etiquetado que llevaba". Además, ha alertado que, en muchas ocasiones, en el sector de productos de cosméticos o perfumería "se cambian los productos".

Ha señalado de forma novedosa la realización del control de vinos en 2014, algo que no se hacía desde hace algunos años, y cuya intención es verificar el etiquetado, comprobar si son vinos de la Región y los grados de alcohol que contienen.

En estos casos, Alarcón explica que los inspectores de Consumo toman muestras, las envían a laboratorios, y si los resultados no son correctos se inmovilizan en caso de atentar contra la salud. Si no atentan contra la salud, se pide a las empresas que modifiquen el etiquetado de conformidad a la normativa y a sus resultados.

Labor de inspección

Alarcón ha señalado que el programa de inspección de consumo para 2014 se desarrolla de conformidad con la Ley, para que haya unos principios de transparencia y de información que sea pública, objetivos concretos, actividades y medios. Todo ello será publicado en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).

La competencia de la Comunidad en materia de consumo, son la vigilancia y el control de los productos, bienes y servicios, para que se adecúen a la normativa vigente para proteger los derechos y reducir los riesgos que tienen los consumidores.

Asimisno, la Dirección General tiene encomendadas la misión de informar, comprobar, sancionar y adoptar las medidas coercitivas necesarias para que se puedan cumplir estos fines.

La inspección de Consumo de la Dirección General desarrolla campañas informativas a los propios consumidores y a las empresas; y realiza el estudio, tramitación y comprobación de las denuncias de las reclamaciones en materia de consumo de aquellos productos de bienes y servicios para ver si cumplen la normativa vigente.

La Inspección de Consumo desarrolla todas estas labores atendiendo a los principios de "profesionalidad, suficiencia, claridad, armonía y eficacia", según Alarcón. Para ello, la Inspección de Consumo se encuentra incluida en las redes de alerta española, la de Estados Unidos y de la Unión Europea, y realiza las campañas de inspección concretas.

En primer lugar, la Inspección de Consumo analiza los resultados de las campañas anteriores, y si observa que no son correctos, vuelve a realizar esa misma campaña, para verificar si se ha corregido y si se cumple la normativa vigente.

Asimismo, si la Dirección General detecta un aumento de denuncias y reclamaciones sobre un producto o servicio, también se pone a trabajar sobre el mismo; y se pone manos a la obra cuando hay una nueva normativa, para que los productos se adecuen a la misma; y cuando surge un nuevo producto o cuando no se ha realizado ninguna inspección sobre alguna mercancía en concreto.

Cláusulas suelo

Al ser preguntado por la petición de UCE Región de Murcia, que insta a la Comunidad a que sancione a las entidades financieras que siguen aplicando las cláusulas suelo en las hipotecas, Ballesta ha señalado que la Comunidad sigue en contacto con las entidades de crédito para abordar esta "cuestión tan importante".

Ha recordado que en la Región de Murcia "fuimos pioneros en afrontar su resolución", y lo que transmiten las entidades financieras es que "han eliminado estas cláusulas suelo de sus compromisos hipotecarios".

Ante cualquier reclamación, ha explicado que la Comunidad se pone "inmediatamente" en contacto con las entidades de crédito para abordar la posible solución, pero señala que son casos que, en general, "vienen de antiguo".

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