Rusia acepta la supervisión internacional en Crimea pero aumenta sus maniobras militares

  • El presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa indicó que se tendrá que definir el marco geográfico de la misión.
  • Moscú, cada vez más presionada por la comunidad internacional, entreabrió una puerta a un eventual primer contacto con las autoridades de Ucrania.
  • Se han aumentado las maniobras donde participan tropas de infantería mecanizada, artillería e incluso destacamentos ferroviarios.
  • Ucrania denuncia una "agresión militar" y advierte de que si no se respetan los acuerdos "sería muy difícil convencer de no tener armas nucleares".
  • Crimea se prepara para decidir el domingo si se reunifica con Rusia.
  • A FONDO: La crisis en Crimea, piedra de toque para un conflicto civil.
  • BLOG: La geopolítica y los clichés. | La ideología del ‘putinismo’.
Hombres armados vestidos de uniforme hacen guardia en la base militar ucraniana en la localidad de Pereválnoye, a las afueras de Simferópol, Crimea.
Hombres armados vestidos de uniforme hacen guardia en la base militar ucraniana en la localidad de Pereválnoye, a las afueras de Simferópol, Crimea.
EFE
Hombres armados vestidos de uniforme hacen guardia en la base militar ucraniana en la localidad de Pereválnoye, a las afueras de Simferópol, Crimea.

El Gobierno ruso se ha mostrado favorable a que la OSCE envié una misión de supervisión a Crimea, anunció en Viena el actual presidente del Consejo Permanente de la Organización, el embajador suizo ante el organismo, Thomas Gräminger. "La Federación rusa aprueba una misión en todo el país que incluye Crimea", dijo el presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que indicó que aún habrá que definir el marco geográfico en que se moverá esta misión, aunque no precisó cuando se desplegará el operativo.

"La Federación rusa apoya una misión en todo el país que incluye Crimea", dijo el presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que indicó que aún habrá que definir el marco geográfico en que se moverá esta misión, aunque no precisó cuando se desplegará el operativo. Gräminger señaló que el visto bueno de Rusia a esta misión se había estado negociando en las últimas horas y fue anunciado durante la reunión en Viena del Consejo Permanente de la OSCE. El diplomático suizo señaló que también se está negociando con Ucrania el alcance geográfico de la misión y si afectará a todo el país.

Moscú, cada vez más presionada por la comunidad internacional, entreabrió una puerta a un eventual primer contacto con las nuevas autoridades de Ucrania, mientras que Crimea ya da por hecho su pronta adhesión a Rusia y quema a toda prisa los puentes con Kiev. A las sanciones adoptadas y anunciadas por Estados Unidos y la Unión Europea, se sumó la congelación del proceso de adhesión de Rusia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y una seria advertencia del G-7, que entre otras cosas, exigió a Rusia abrir un diálogo directo con Kiev.

La Cancillería rusa anunció a última hora de la tarde su disposición de acudir este 14 de marzo a una reunión en Minsk de viceministros de Asuntos Exteriores de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), de la que forma parte Ucrania. "Todo depende de la parte ucraniana, que en una nota del Ministerio de Exteriores aseguró que tal encuentro sería inaceptable", señala la Cancillería rusa en un comunicado.

Hasta ahora, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se ha negado a reunirse con su colega de Ucrania, ya que Moscú no reconoce como legítimas a las autoridades surgidas en Kiev tras el derrocamiento de Víktor Yanukóvich. Ante las crecientes e incesantes presiones de la comunidad internacional, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha planteado al Consejo de Seguridad de Rusia la necesidad de revisar las relaciones de Moscú con Occidente. "Vamos a pensar juntos sobre cómo afrontar nuestras relaciones con nuestros socios y amigos en Ucrania, y con nuestros socios en Europa y Estados Unidos", apuntó el líder del Kremlin en una reunión a la que acudió toda la plana mayor del país.

El referéndum de la autonomía ucraniana de Crimea sobre su reunificación con Rusia se acerca inexorablemente y Moscú, que ha garantizado a las autoridades crimeas la adhesión del territorio, se ve cada vez más arrinconada por el resto del mundo, aunque mantiene la esperanza de que las sanciones se limiten al ámbito político. "Estamos preparados para cualquier devenir de los acontecimientos. Pero mantenemos la esperanza de que serán sanciones políticas, y no un bloqueo más amplio que afecte a las relaciones económicas y comerciales", dijo el viceministro de Economía ruso, Alexéi Lijachov.

Se integrará en Rusia en marzo

Mientras, las autoproclamadas autoridades de Crimea ponen tierra de por medio con Ucrania y dan por hecho que la península se integrará en Rusia antes de que finalice este mes de marzo. "El procedimiento es el siguiente: Crimea vota en el referéndum, luego votan la Duma (cámara de diputados) de Rusia, el Senado ruso lo ratifica y el presidente (ruso) lo promulga. En Crimea esperamos que estas tres acciones no lleven más de dos semanas", dijo el presidente del Parlamento regional crimeo, Vladímir Konstantínov.

Las autoridades crimeas ya controlan los yacimientos de petróleo y gas en sus aguas territoriales de los mares Negro y Azov, al igual que la compañía ucraniana que extrae estos hidrocarburos, "Chernomorneftegaz". "Las propiedades públicas que pertenecen a Ucrania como Estado pasarán a la propiedad de Crimea, mientras que las propiedades privadas seguirán siendo privadas", reiteró Konstantínov.

Incluso la hora en Crimea podría ser la misma que en Moscú a partir de la semana que viene, una decisión que alejaría aún más la península de la órbita europea. "Si Crimea se pronuncia por el ingreso en Rusia, habrá que sincronizar la hora", indicó Konstantínov.

Actualmente, la diferencia horaria entre Moscú y Crimea es de una hora en verano y dos en invierno, después de que Rusia renunciara hace unos años al cambio de hora estacional practicado en la mayor parte del mundo. Crimea se prepara para decidir el domingo en referéndum si se reunifica con Rusia, de la que formó parte hasta 1954, o permanece en Ucrania con un grado de autonomía mayor del actual. En la rebelde península, bañada por el mar Negro, viven casi un 60% de rusos, un 25% de ucranianos y un 12% de tártaros.

Intensifica las maniobras

Las Fuerzas Armadas rusas han intensificado en los últimos días sus maniobras militares en varias regiones fronterizas con Ucrania, informó el Ministerio de Defensa de Rusia. "El principal objetivo es comprobar el estado de preparación de las unidades militares y la realización de misiones de combate de instrucción sobre terreno desconocido", señaló el ministerio en un comunicado.

En las maniobras participan además tropas de infantería mecanizada, artillería e incluso destacamentos ferroviarios, que han trabajado en cooperación en ejercicios complejos que imitan situaciones próximas al combate real. "Los comandantes de los destacamentos entrenan en la organización de diversos tipos de combate, (...), aprenden a pensar de forma no estereotipada, engañar al enemigo y lograr el factor sorpresa", detalló el Ministerio de Defensa. Además, varias unidades de infantería aerotransportada, las tropas de elite rusas mejor preparadas para el combate, han sido trasladadas a la región de Rostov, en la frontera con Ucrania, para participar en ejercicios de instrucción.

Ucrania denuncia una "agresión militar"

El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU una "agresión militar" de Rusia contra su país, aunque insistió en que su Gobierno está dispuesto al diálogo para resolver la crisis. "Mi país ha afrontado una agresión militar por parte de un país vecino, que es un miembro permanente" del Consejo de Seguridad, afirmó Yatseniuk en su intervención ante la reunión del organismo de Naciones Unidas.

El primer ministro aseguró que todavía cree en "la oportunidad de resolver este conflicto de forma pacífica", para lo que pidió el retorno de las tropas rusas a sus bases. Yatseniuk recalcó que "esta agresión no tiene razón ni motivo", y consideró "absolutamente inaceptable" que en el siglo XXI se intenten resolver las disputas "con tanques, artillería y fuerzas de tierra".

También recordó que en 1994 su país renunció a su arsenal nuclear, que había heredado de la extinta Unión Soviética y entonces era el tercero mayor del mundo, y con el llamado Memorando de Budapest (uno de cuyos firmantes fue Rusia) se garantizó la independencia y la soberanía nacional de Ucrania. Por ello, Yatseniuk advirtió de que, si no se respeta ahora ese acuerdo, "sería muy difícil convencer a nadie de no tener armas nucleares", lo que "debilitaría" todo el sistema internacional de no proliferación.

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