La huelga de conductores de la empresa de autobuses Alsa inicia este jueves su novena jornada de paros tras más de una semana de fuertes conflictos y molestias, que este martes alcanzaron su punto álgido con un motín de pasajeros.

Sucedió en Plaza de Castilla, a las 15.30 horas, en la línea 193 Madrid-El Vellón. Según los viajeros afectados, un autobús de la línea quedó colapsado por la falta de sitio en el mismo y el conductor ordenó a los pasajeros marcharse fuera al ser peligroso que hubiera tanta gente de pie. "Los viajeros nos negamos. El siguiente autobús no llegaba hasta dentro de dos horas (normalmente pasan cada hora) y yo ya estaba harta de llegar tarde a trabajar", explica la usuaria Elena Aparicio a 20minutos. "Como no le hacíamos caso, Alsa llamó a la Policía y la empresa enseguida mandó un autobús extra al lugar para ahorrarse los problemas. No tardaron ni media hora", asegura la afectada.

La huelga, que afecta a más de 55.000 viajeros de los municipios del norte de la Comunidad de Madrid y del Corredor del Henares, ha sido especialmente sufrida para los vecinos de la sierra madrileña, que no cuentan con un servicio alternativo de transporte público para desplazarse a la capital. Los paros también afectan a las líneas de largo recorrido (Bilbao, Santander, Irún, San Sebastián, Burgos, Logroño, Soria, Pamplona y Granada), aparte de todo el servicio urbano de Torrejón de Ardoz, donde de momento no se han registrado graves incidentes.

Por su parte, Alsa, que ha confirmado el motín, se ha justificado apelando a que los servicios mínimos impuestos son mucho más altos en hora punta (fijados en un 60%) que en hora valle (donde se reducen al 35%), lo que provoca "grandes acumulaciones de viajeros" que regresan desde Madrid por la tarde.

Alsa también ha puntualizado que el hecho de poner un autobús extra fue una solución "excepcional y puntual" pactada con el Consorcio. Además, asegura que este miércoles se realizaron una serie de ajustes por los que la línea 193 ya opera "con total normalidad".

Por otro lado, UGT volvió a cifrar el seguimiento de los paros de este miércoles (octava jornada de huelga) en un 100%. Horas antes el comité de empresa había rechazado la última oferta de acuerdo presentada por la compañía, que pasaba por una reordenación del tiempo de trabajo y de los planes operativos. Los trabajadores lo han rechazado puesto que el acuerdo les obligaba a reducir el tiempo de revisión de los autobuses antes de cada viaje, "lo que ponía en riesgo la seguridad de los viajeros", ha explicado el portavoz de UGT Jesús Angulo.

En todo caso, la empresa recuerda que los incrementos salariales de la plantilla en los últimos cinco años han sido del 14,05% y ha vuelto a denunciar que, hasta este miércoles, 90 autobuses de su flota, tanto de servicios de cercanías como de largo recorrido, han sufrido ataques vandálicos de diversa consideración. 40 de ellos se han producido cuando circulaban con viajeros en su interior.

Los ataques han consistido en la rotura de lunas mediante el lanzamiento de bolas o piedras —la empresa ha contabilizado más de 120 lunas rotas— pinchazos de neumáticos y diversos desperfectos en la carrocería. En conjunto, la empresa calcula que las reparaciones supondrán un sobrecoste de 150.000 euros.