La Consejería de Educación mantendrá el precio de las escuelas infantiles de la región el próximo curso. De esta forma, las familias que quieran hacer uso de este servicio en el ejercicio 2014-2015 volverán a pagar entre 80 y 260 euros (complementos aparte) en función de su nivel de renta.

Ignacio González, presidente autonómico, anunció la medida este miércoles durante su visita a la centro Sol Solito de Montecarmelo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. González justificó la decisión en la necesidad de devolver a los madrileños parte de los sacrificios que han realizado durante la crisis. Sin embargo, esta no es la única razón.

En realidad, los precios ya estaban congelados. La Comunidad renunció a revisarlos en 2013 después del 'tarifazo' aplicado bajo el mandato de Esperanza Aguirre en junio de 2012. En ese momento, con la matriculación ya cerrada, Educación aplicó una subida media de 29 euros al mes e introdujo nuevos conceptos de pago, como 60 euros adicionales por cada bebé de hasta un año de edad o 15 euros por cada media hora de prolongación de jornada. El incremento alcanzó los 90 euros para las familias con menos renta e hijos más pequeños. En esta última situación, una pareja pasó de abonar 50 euros por niño a 140, un 180% más.

Esta situación provocó una desbandada nada más empezar las clases. Uno de cada tres padres que habían reservado la plaza no la confirmó. El curso pasado, la Junta de Portavoces de Educación Infantil y la Asociación de Escuelas Infantiles de Gestión Indirecta (Ameigi) pusieron cifras a la situación: la tradicional lista de espera desapareció y 20.000 familias habían renunciado a acceder a una de las 44.000 plazas disponibles.

Eso, en el caso de las escuelas públicas, porque las privadas también están sufriendo la fuga de clientes a pesar de que sus servicios son entre 30 y 40 euros más caros. Aceim, organización que agrupa a la mayoría de los establecimientos, confirmó a 20minutos que sus asociados han tenido que recurrir a ofertas o descuentos (dos niños por uno, rebajas en las matrículas) para retener a sus clientes, lo que no ha servido para llenar unas aulas medio vacías. Además, la Comunidad endureció en 2011 las condiciones para obtener el cheque-guardería, la subvención con la que la Comunidad ayuda a quienes llevan a sus hijos a centros privados (en la pública no hay ayudas) y que asciende a entre 100 y 160 euros al mes.

La Comunidad anunció este miércoles que esa partida, dotada con 34 millones y que beneficia a 31.000 familias, también se congela para el curso 2014-2015, a pesar de que cada vez hay más familias que lo necesitan.

Así pues, la contención de precios tiene como objetivo fundamental paliar la salida de alumnos del ciclo preescolar, una educación, insiste el ejecutivo regional, que no es obligatoria.

Sin embargo, esta medida es "insuficiente" para la Junta de Portavoces y para Ameigi. "Es increíble que haya 34 millones de euros para subvencionar escuelas privadas cuando las públicas tienen plazas libres. Lo lógico sería trasferir ese dinero al sistema público para bajar las cuotas a las familias que más lo necesitan. Quien tiene dinero puede elegir la pública o la privada. Quien no lo tiene, se las debe apañar con sus hijos como pueda", coinciden ambas organizaciones.

El de las escuelas infantiles no es el único servicio cuyo precio está congelado. La Comunidad también ha optado por mantener las tarifas del transporte público (tras doce incrementos consecutivos) y las del agua. Tampoco se han revisado los másteres, las escuelas de idiomas, las de música y danza y las escuelas de Enseñanzas Artísticas Superiores, que también sufrieron fuertes alzas en cursos anteriores.