Torrijas en Alcalá de Henares, espíritu cervantino

  • Rebanadas de pan empapadas en leche, azúcar y huevo, fritas en aceite y rociadas con leche, almíbar, vino, miel o azúcar y canela.
  • Además, en Alcalá de Henares tenemos las rosquillas de las clarisas o Penitentes.
  • Hay que ver el Museo Casa Natal de Cervantes, el palacio de los Arzobispos de Toledo y la fachada de la Universidad de Alcalá.
Cervantes y El Quijote están continuamente presentes en las calles de la ciudad.
Cervantes y El Quijote están continuamente presentes en las calles de la ciudad.
M. Peinado
Cervantes y El Quijote están continuamente presentes en las calles de la ciudad.

Las torrijas es uno de los más extendidos ejemplos de la gastronomía que cruza del carnaval a la cuaresma. Cada año llegan a Alcalá de Henares con la Semana Santa. Esta localidad madrileña conserva intacto su pasado histórico vinculado a los grandes de las letras y la Universidad Complutense.

Para preparar unas torrijas basta con cortar una barra de pan en rebanadas bastante gruesas; a continuación se empapan en leche, azúcar y huevo y se fríen en abundante aceite de oliva hirviendo; para terminar se pueden rociar con leche, almíbar, vino, miel o azúcar y canela.

En Alcalá de Henares podemos degustar torrijas y algo más. Sus exquisitos dulces conventuales elaborados en las clausuras del barrio universitario, como las rosquillas de las monjas clarisas, las delicias de Pascua con forma de capirote rellenas de almendra o los típicos Penitentes.

Saciada nuestra “sed de dulce” hay que dar un paseo para conocer esta localidad madrileña, paseo que puede comenzar junto a sus murallas. La puerta de Madrid, que enmarca la torre de la iglesia Magistral y los tejados circundantes, sigue el canon neoclásico. A su izquierda discurre el lienzo de la primitiva muralla medieval, aún en pie.

Llegamos después a la fachada oriental del palacio de los Arzobispos de Toledo. A su lado quedan el monasterio cisterciense de San Bernardo y la sede del Museo Arqueológico Regional, en el antiguo colegio convento de dominicos de la Madre de Dios.

Ya en la calle Mayor, con sus característicos soportales de piedra, encontramos el Museo Casa Natal de Cervantes. La calle desemboca en la plaza de Cervantes, un histórico punto de encuentro de ferias y mercados. Allí, la torre de la destruida iglesia de Santa María la Mayor, el Ayuntamiento y el casino. Y un poco más allá la Universidad de Alcalá, el emblema del municipio, con su fachada de estilo renacentista-plateresco, de Rodrigo Gil de Hontañón.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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