Las mujeres e hijas de los trabajadores de Delphi en Puerto Real (Cádiz) continuaron el domingo, por décimo día consecutivo, con sus protestas por el anuncio de cierre de la fábrica con una manifestación en Cádiz por el Paseo Marítimo hasta el Ayuntamiento, donde se concentraron.

Con esta marcha reivindicativa, unas cincuenta mujeres de los trabajadores que viven en la capital gaditana inician una serie de concentraciones ante las sedes de instituciones como la Subdelegación del Gobierno, la Delegación del Gobierno autonómico y el Consistorio.

Por su parte, unos 300 empleados siguen en los retenes frente a la puerta de la fábrica acompañados de sus mujeres para evitar el desmantelamiento de la fábrica, que da empleo a 1.600 personas.

Desde el anuncio de Delphi el 22 de febrero, los trabajadores aseguran que la empresa no se ha puesto en contacto con ellos para informarles de la situación.

Protestas en Barcelona

Por otro lado, los trabajadores de SAS, empresa que suministra el salpicadero de los modelos Ibiza y Córdoba a Seat, siguen encerrados en la planta de Abrera (Barcelona) en protesta por el cierre de la fábrica que dejará en la calle a 300 trabajadores y a la espera de la reunión el lunes con la inspección de Trabajo.

El presidente el comité de empresa, Emiliano Jiménez, ha explicado que unas 80 personas han pasado la noche en la factoría, ya que los trabajadores siguen cumpliendo sus turnos, pese a que la empresa les comunicó el cierre el pasado viernes.

El encierro voluntario se inició a las 05:45 horas del viernes cuando acabó la producción del turno de noche, el último previsto antes de cerrar la planta, como protesta por la decisión empresarial y para evitar que la empresa se lleve las máquinas.

Los trabajadores tienen el lunes una reunión con la inspección de trabajo de la Generalitat a raíz de una denuncia presentada por el propio comité de empresa "por cierre salvaje e injustificado".

Según Jiménez, aunque se nota tensión en el ambiente, "los ánimos están muy bien" y todos los trabajadores están "unidos y con moral" para que "las cosas no se queden así".

La plantilla celebra este mediodía una butifarrada en el exterior del edificio en la que contarán con la presencia de familiares y amigos.