El artista enfermo de cáncer que se retrató como los náufragos de 'La balsa de la Medusa'

  • El alemán Martin Kippenberger (1953-1997) realizó una colección de pinturas, dibujos, litografías y otras obras basadas en el clásico cuadro de Géricault.
  • Creó la serie a partir de unas fotos que su mujer (la fotógrafa Elfie Semotan) le hizo menos de un año antes de morir de cáncer de hígado a los 44 años.
  • Famoso por provocar polémica con su arte y llevar una vida de excesos, anticipó su muerte cercana comparándose a los protagonistas de la obra.
Autorretrato de Kippenberger como una de las víctimas de 'La balsa de la Medusa'
Autorretrato de Kippenberger como una de las víctimas de 'La balsa de la Medusa'
Martin Kippenberger - © Estate Martin Kippenberger, Galerie Gisela Capitain, Köln
Autorretrato de Kippenberger como una de las víctimas de 'La balsa de la Medusa'

Méduse, una fragata de la marina francesa que había participado en las Guerras Napoleónicas, se hundió en la costa de Mauritania en 1816. 147 personas se aventuraron a construir una balsa y permanecieron en ella 13 días sin apenas provisiones. Hubo asesinatos y suicidios. Salvo el centro, el resto de la embarcación estaba semisumergido en el agua y muchos murieron peleando por permanecer en la zona segura. Se deshicieron de heridos y moribundos tirándolos al mar y el canibalismo fue la única opción para las 15 personas que sobrevivieron y fueron rescatadas por un barco que casualmente pasaba cerca.

Conmocionado por los detalles del suceso, el pintor romántico francés Théodore Géricault (1791-1824) pintó con 27 años La balsa de la Medusa, una terrorífica representación para la que hizo numerosos estudios: encargó a un carpintero construir una réplica de la estructura para estudiar las reacciones del oleaje y la meteorología y acudió a salas de disecciones en hospitales para ilustrar cuerpos enfermos y heridos.

El artista alemán Martin Kippenberger (1953-1997), conocido por suscitar polémicas con su arte y llevar una vida de excesos, siempre se resistió a adoptar un medio y un estilo para su lenguaje creativo. Esculpió, pintó, dibujó, hizo fotos, instalaciones, grabados... A menos de un año de morir de un cáncer de hígado a los 44 años, el prolífico autor se transformó en los cadavéricos y desesperados náufragos que imaginó Géricault.

Deconstruyendo la pintura original

La galería neoyorquina Skarstedt expone hasta el 26 de abril en Martin Kippenberger: Raft of the Medusa (Martin Kippenberger: La balsa de la Medusa), buena parte de la extensa serie de trabajos con los que el autor deconstruyó el cuadro del artista romántico: 16 pinturas, 19 dibujos, 15 litografías, 9 fotos y una alfombra tejida de 2,4 x 5 metros con una silueta de la balsa componen un conjunto reunido con préstamos de colecciones particulares y de los herederos.

Su mujer, la fotógrafa Elfie Semotan, lo retrató adoptando las posturas de los personajes del cuadro. Kippenberger —deteriorado y cansado— imita a muertos y también a vivos que sienten la muerte muy cercana. A partir de esas sesiones realizó una gran serie de obras que recomponían en rostros, partes del cuerpo y otros elementos la escena completa. Ya enfermo, anticipaba su muerte cuestionando el heroismo del moribundo.

En la colección transluce la capacidad del autor para reflexionar sobre el arte del pasado y para apropiarse de obras clásicas. En otra de sus series de trabajos finales posó como Jacqueline Roque (la última mujer de Picasso) y también parodió al artista malagueño en varios autorretratos. A pesar de la singularidad que alcanzó en sus cuadros, en muchos de sus proyectos abordó la idea de que estaba siendo testigo de una "muerte de la pintura", de que el medio había llegado a un nivel en que era imposible crear con él nada original.

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