El portavoz de Hacienda del Grupo parlamentario de IULV-CA, Ignacio García, ha instado a aprovechar el debate sobre el modelo actual de financiación autonómica para "un nuevo diseño que permita romper, de una vez por todas, con unas ataduras que provienen de tiempos de Franco y han condicionado la financiación de las comunidades", que, además, "perjudica claramente a Andalucía".

En rueda de prensa, García ha explicado que el sistema actual "no garantiza los recursos suficientes ni para los servicios públicos fundamentales, no garantiza la equidad entre las comunidades autónomas y hay desigualdad en relación al número de habitantes". IU entiende que hay que ser "crítico" con el sistema y también "con la forma en la que se ha aplicado el sistema", en su opinión, "con bastante deslealtad en muchos casos de este Gobierno y el anterior".

Así, señala que, partiendo de una "coincidencia general" con el análisis del Gobierno andaluz en este sentido, IU tiene una serie de "matices y condiciones propias para el nuevo modelo", siendo la primera de ellas la "autonomía real, pues no hay autonomía real si no hay autonomía financiera".

Otra condición es la "equidad y solidaridad" del modelo, lo que implica que "las comunidades con mayor riqueza ayuden y deriven recursos para las comunidades con menor riqueza". De lo contrario, García invita a "dejarnos de hipocresías", pues "esto no sería un Estado ni un país, sino la plasmación de un modelo neoliberal que tiene sus consecuencias en el modelo territorial".

Por otro lado, señala que el nuevo modelo debe contener "mecanismos de control para garantizar el buen uso del dinero", fundamentalmente en lo que respecta a los servicios fundamentales. También pide "lealtad institucional", pues "el Estado no puede dictar medidas que erosionen los intereses de las comunidades autónomas", como entiende que ha ocurrido con el incremento del IVA.

A juicio de IU, el nuevo modelo de financiación autonómica debe estar también caracterizado por "la transparencia", ya que el Estado "no puede beneficiar o no a las comunidades en función del color del gobierno". Finalmente, plantea que el nuevo modelo sea "sencillo y comprensible para el ciudadano medio", subrayando que el actual es "sumamente complicado y permite elementos de subjetividad que perjudican, en particular, a comunidades como Andalucía".