El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha subrayado este viernes que él está dispuesto "en cualquier momento" a reunirse "sin condiciones" con el preside del Gobierno, Mariano Rajoy, pero ha advertido de que verse sin hablar de la consulta soberanista sería una "reunión de zombies".

En una entrevista radiofónica, el president ha asegurado que hace "meses" que no conversa ni presencial ni telefónicamente con Rajoy y ha lamentado que éste ponga como condición para una reunión que no se hable de la consulta.

"Le he hecho llegar algunos mensajes a través de terceras personas de que estoy dispuesto a ir a Madrid y todas las respuestas es que hoy por hoy no es necesario. Hay quien quiere hablar y quien no quiere hablar, y dos no pueden hablar si uno no quiere. Estoy absolutamente disponible para verle y sin condiciones en el contenido de la reunión. Él -Rajoy- parece que pone condiciones", ha afirmado el presidente catalán.

Y ha agregado: "imagínese que voy a ver a Rajoy y hablamos de todo menos de esto -la consulta- (...), sería una reunión entre zombies. Nos correrían a gorrazos, como dicen en Madrid".

Mas, que ha subrayado que el proceso catalán nada tiene que ver con el caso de Crimea, ha admitido que en estos momentos "no ve como altamente probable" un acuerdo con el Estado para la consulta pero ha asegurado que la convocará para el 9 de noviembre y que, si finalmente no puede, decidirá con los partidos favorables al proceso los nuevos pasos a seguir, sin descartar unas elecciones anticipadas de tipo plebiscitario.

"No es normal en democracia decir 'de esto no se puede hablar'", ha continuado el presidente de la Generalitat, que ha explicado que hace meses que no habla con Rajoy pero que —a través de intermediarios— le ha hecho llegar mensajes de que está dispuesto a verse, siempre con respuesta negativa.

Mas ha considerado que el diálogo entre Gobiernos "no debe interrumpirse nunca aunque haya un conflicto muy grande entre ellos", por lo que ha abierto la puerta a debatir otros aspectos como la mejora de la financiación autonómica sin renunciar por ello a la consulta.

El presidente catalán ha admitido también que "las cosas podrían haber sido diferentes" si en septiembre de 2012 Rajoy hubiese aceptado negociar el pacto fiscal en la reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa y que desembocó en la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña.

Aunque ha afirmado que "no está perdido al 100%" que el Gobierno central la autorice Mas ha reconocido que es improbable que eso suceda, y ha insistido en que contempla varias opciones para que los catalanes ejerzan el 'derecho a decidir'.

Ha recordado que su primera opción es celebrar una consulta legal y acordada con el Ejecutivo central, pero que si no es posible la convocará siguiendo la futura ley catalana de consultas y, si esto tampoco es posible, podría convocar elecciones con la pregunta de la consulta como eje.

Sobre unos hipotéticos comicios, ha apostado por no centrarse ahora en contemplar esa alternativa sino en trabajar para que los catalanes puedan celebrar una consulta el 9 de noviembre, el que ha definido como "el día más importante para la marcha del país".

Así, ha evitado pronunciarse sobre si podría hacer coincidir el adelanto electoral con la fecha del 9 de noviembre en caso de que el Gobierno central impidiese la consulta, y ha reiterado que la respuesta a una posible impugnación deberá consensuarse con los partidos favorables al 'derecho a decidir'.

Tampoco ha desvelado cuándo firmará el decreto de convocatoria para la consulta, aunque como muy tarde debería hacerlo a mediados de septiembre, en las proximidades de la Diada de Cataluña.

Sobre el censo que se utilizará para la celebración de esa consulta, Mas ha recordado que debe configurarlo el Parlament a través de la ley de consultas que prevé aprobar próximamente, pero se ha mostrado partidario de que puedan participar los mayores de 16 años.

En cualquier caso, ha admitido que existe un equipo de trabajo tutelado por él mismo que ya trabaja en los pormenores operativos de la consulta de autodeterminación. Ha defendido que lo haga de forma discreta y sin que trascienda públicamente el contenido de sus trabajos. De hecho, no ha detallado quién forma este grupo .

"Hay un trabajo que hay que hacer sin que se vea, porque si todo lo hacemos a la luz pública los que nos lo quieren hundir ya sabrán todo lo que hay que hacer para hundirlo", ha defendido, y ha pedido confianza a los catalanes.