Matthew Brandt hace fotografías de animales prehistóricos usando alquitrán de los yacimientos

  • El fotógrafo emplea la brea de los yacimientos donde fueron encontrados los esqueletos para tintar las fotos según métodos de los siglos XVIII y XIX.
  • El fotógrafo usa una técnica similar para hacer fotos de edificios derribados, utilizando polvo de los restos para dar un tono grisaceo a las imágenes.
  • El artista estadounidense, que se considera antropólogo antes que fotógrafo, se vale también agua de lagos, condimentos de cocina, fluidos corporales, chicle, caviar...
Uno de los esqueletos de un animal prehistórico del Rancho La Brea en dos fotos pigmentadas con asfalto del yacimiento por Matthew Brandt
Uno de los esqueletos de un animal prehistórico del Rancho La Brea en dos fotos pigmentadas con asfalto del yacimiento por Matthew Brandt
© Matthew Brandt, Courtesy Yossi Milo Gallery, New York
Uno de los esqueletos de un animal prehistórico del Rancho La Brea en dos fotos pigmentadas con asfalto del yacimiento por Matthew Brandt

Matthew Brandt (1982) quiere que el mundo físico esté presente en sus fotos. En su obra hay imágenes que contienen agua de lagos y presas, condimentos de cocina, resina de árboles, cartuchos de impresoras, varios fluidos corporales que no detalla, chicle, gelatina, gominolas de oso y abejas. Es capaz de hacer que en el proceso de lograr una imagen fotográfica intervenga casi cualquier cosa como pigmento.

Brandt, a quien la revista Forbes colocó en 2011 en la lista Top 30 Under 30 in Art and Design (Los mejores 30 con menos de 30 años en arte y diseño), es fotógrafo, de eso no cabe duda y como tal se muestra y exhibe obra —acaba de estár en cartel una de sus exposiciones, pertinentemente titulada Matthew Brandt sticky/dusty/wet (Matthew Brandt pegajoso/polvoriento/húmedo)—, pero tiene la condición de un arqueólogo. Lo suyo es recolectar y llevar los hallazgos a un negativo o una placa fotosensible.

La vista y el tacto

También resulta adecuado que su nueva exposición se titule Excavations (Excavaciones). Estará en cartel hasta el 10 de mayo en la galería Yossi Milo de Nueva York y muestra tres de las series más recientes de este artista radicado en Los Ángeles cuyas fotografías pueden ser interpretadas utilizando el sentido de la vista, lo cual no conlleva novedad alguna, pero también el del tacto.

En un mundo donde lo digital se universaliza, Brandt apuesta por el uso de materiales y procesos fotográficos del pasado y lo hace de manera textual, siguiendo los mismos pasos que los pioneros de la prefotografía del siglo XVIII, entre ellos los usados por Louis Daguerre (1787-1851) en los daguerrotipos y los que empleó que el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce (1765-1833) en la primera foto de la historia, un paisaje desde una ventana que realizó en el año 1826 con una cámara oscura. Las imágenes de la exposición de Nueva York son "fotos compuestas" en las cuales "el sujeto y el material convergen en formas inesperadas para crear fotografías únicas en su tipo que incorporan restos de la historia para formar una imagen", dicen en la galería.

Los pozos naturales de alquitrán de La Brea

De las tres series que presenta el artista la más notable, por lo que tiene de espectacular, es La Brea, una colección de imágenes de esqueletos de animales prehistóricos de la Edad de Hierro encontrados en el Rancho La Brea, la famosa agrupación de pozos naturales de alquitrán situada en la ciudad de Los Ángeles. Brandt hizo las fotos de algunos de los esqueletos del Museo George C. Page, donde se exhiben los muchos mamíferos, aves y reptiles encontrados en los pozos, uno de los yacimientos más ricos del continente.

Una vez tomadas las fotos de especies como el tigre dientes de sable, Brandt recogió asfalto de los pozos, untó placas de alumino con el alquitrán y colocó sobre cada una de ellas los negativos, que dejó cocinar al sol hasta que la brea se solidificase. El resultado es una serie de imágenes que parecen en sí mismas una colección de fósiles, tintadas de un tono ocre oscuro y con los esqueletos de los animales incrustados.

Fotos enterradas

Para Dust (Polvo), el fotógrafo trabajó de modo similar, pero con edificios derribados en los barrios más antiguos de la ciudad de Nueva York, entre ellos Chelsea y el Lower East Side. Brandt localizó vistas de los inmuebles en los archivos de las bibliotecas públicas de la ciudad, hizo fotos a gran escala de las imágenes, recogió polvo de los solares donde se alzaban los edificios —o del interior de las nuevas construcciones que alzan en los ligares, entre ellos un Starbucks— y fabricó a mano una emulsión de bicromato con la cual pigmentó los negativos al positivarlos. El resultado es esta vez de tonos de un gris muy apagado, como si las fotos hubiesen permanecido enterradas durante décadas.

La última serie, Clippings (Recortes) aborda la importancia del desvanecimiento de las noticias impresas y las "imágenes fugaces que son eliminadas diariamente y rápidamente olvidadas". Brandt empleó el proceso de impresión litográfica, generalmente utilizado para imprimir periódicos, para reproducir detalles muy ampliados de una fotografía encontrada en el diario Los Angeles Times de turistas visitando la rotonda del Capitolio de la ciudad de Washington. La imagen de papel de diario, al ser ampliada, se descompone en puntos de los colores básicos de impresión (cian, magenta, amarillo y negro), que Brandt recrea sobre lienzo utilizando pequeños cristales para definir los puntos de colores y granos de caviar para el negro.

Este fotógrafo interesado en  la fragilidad de los procesos fotográficos, la reivindicación del trabajo a mano y las técnicas tradicionales en peligro de olvido en una sociedad cada vez más aquejada de amnesia hacia la artesania, demuestra ser bastante tolerante y menos extremista que los defensores acérrimos de lo digital al confesar en una entrevista —y lo hace con cierta "vergüenza"—, que acaba de comprar su primer smarthphone y que ya lo ha utilizado para hacer algunas fotos.

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