Adosados

Eva Engman y Joseph Mª Tamarit. Coinciden en que es inaceptable que no se regule la prostitución. Eva defiende la ley de su país, Suecia, que castiga con cárcel al cliente. Joseph reconoce que mientras haya demanda habrá prostitutas. Participaron ayer en una jornada  sobre prostitución.

Eva Engman. Trabajando a pie de calle en la fría Suecia ha aprendido que la prostitución no es un trabajo, sino una esclavitud. Aplaude la ley de su país que desde 1999 prohibe el sexo alquilado.

«En Suecia,  ya no hay prostitución en la calle»

¿Por qué defiende prohibir la prostitución?

Porque la prostitución no es algo que puedes elegir. En Suecia no lo tomamos como un trabajo. Es una violencia contra las mujeres y los niños. Por eso, penalizamos al cliente con multas y cárcel.  No podemos dejar que sea legal el peor comercio de esclavos del siglo XXI.

Y, ¿está dando resultado?

Sí. En Suecia ha desaparecido la prostitución en la calle, pero aún uno de cada ocho hombres pagan por sexo. Eso sí, la aceptación social es rotunda: un 80% de los suecos aplaude la ley.

Y, ¿también están cambiando los clientes?

Precisamente, la ley se centra en cambiar las actitudes de los hombres, en desanimar la demanda de la prostitución. Ahí está la clave. Una ley no puede por sí sola detener la violencia.

¿Qué hay de las prostitutas que dejan el oficio?

Hay equipos sociales que ayudan a dejar la prostitución de forma segura y sin temores. Son acompañamientos con cursos, orientación...

Aquí la mayoría de las prostitutas son inmigrantes. ¿Allí?

También. La mayoría son bálticas, rusas... Hay convenios con esos países para que dejen la prostitución en Suecia y vuelvan libres allí.

BIO

Es trabajadora social y presidenta del refugio Iris para víctimas de la violencia machista en Luleä. También lucha contra el tráfico de mujeres en países bálticos.

Joseph María Tamarit. Sabe que mientras haya clientes habrá prostitutas. Prohibir le parece idealista. A falta de una ley estatal, recuerda que las autonomías pueden proteger a las mujeres.

«No hay nada peor que no regular el oficio»

Prefiere regular que prohibir... ¿Por qué?

Dicen que en Suecia desde que se prohibió la prostitución ya no hay mujeres en la calle. Vale, pero están en los barcos. Si lo prohibimos, las prostitutas se esconderán y así sufrirán más. Debemos ser realistas y protegerlas.

¿Cómo?

Protegiendo a la prostituta y ayudándole a dejarlo si así lo decide. La prostitución debe salir de la calle. Luego, habrá que exigir un contrato, un libro de registro de clientes, alarmas por si pasa algo... Esto en la calle es imposible.

El Congreso paró el plan de regularizar la prostitución...

Desde luego, la peor de las situaciones para una prostituta es la actual. Yo pido una ley estatal que lo regule, como en Holanda o Alemania. Si no, las comunidades autónomas tienen medios.

¿Acaso podrían regularlo?

Claro. Usando sus competencias. Participé en un anteproyecto para regular la prostitución en Cataluña, que no prosperó. La normativa se basaba en que la prostitución es un contrato laboral, sólo que hay una parte débil que debemos proteger especialmente.

Y, ¿nadie pregunta a las prostitutas qué quieren?

Eso mismo defiendo yo. En la gran mayoría de las ocasiones la prostitución no es una opción elegida. Debemos darles lo que necesitan.

BIO

Es catedrático de Derecho penal de la Universidad de Lleida. Elaboró un anteproyecto de ley para regular la prostitución en Cataluña. Finalmente no prosperó.

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