El Ayuntamiento de Santander ha cerrado y acordonado la Avenida Manuel García Lago y el aparcamiento de la playa de El Camello, en el marco del operativo que ha puesto en marcha ante el nuevo temporal que ha puesto en alerta naranja a la costa cántabra por viento y oleaje.

El alcalde, Iñigo de la Serna, ha pedido "prudencia y cautela" a los ciudadanos, a la vez que se ha mostrado "preocupado" por los posibles efectos de este nuevo temporal, especialmente con la pleamar, ya que se volverá a producir la "conjunción" de un alto coeficiente de marea, "cercano a 110", olas de gran altura y viento fuerte. De hecho, se esperan más de ocho metros y viento de hasta 100 kilómetros por hora en el litoral.

Aunque no se espera que el temporal sea tan agresivo como el del primer fin de semana de febrero, que causó graves destrozos en la costa cantábrica, en el Ayuntamiento están "preocupados" porque las condiciones de protección del litoral son peores por la acción de los anteriores temporales.

"Gran parte del perfil de playa se lo han comido los anteriores temporales, con lo que estamos más desprotegidos", ha dicho el alcalde, quien ha destacado que fue "acertado" empezar "tan rápido" a reparar los daños del temporal de principio de mes, por ejemplo en la escollera de La Magdalena. "Si no estaríamos desnudos ante la potencia del temporal", ha apostillado.

El alcalde ha señalado que los establecimientos hosteleros de la zona también están "preocupados", y ha solicitado la colaboración ciudadana para evitar riesgos. En este sentido, ha pedido a los vecinos que "no se arrimen a la costa" especialmente a la hora de la pleamar.

De la Serna ha destacado que el fuerte viento ha generado ya problemas en las últimas horas, ya que ha tirado numerosos contenedores y "una parte importante" de las vallas de protección instaladas en los lugares afectados por el temporal de principios de mes, que se están asegurando para que "no haya peligro ni inseguridad".